La Xunta se compromete a poner fin al «vuelo» del paseo de A Lanzada

La Voz

PONTEVEDRA

Ramón Leiro

La pasarela de madera se desprendió por segunda vez y acabó estrellándose al otro lado de la calzada

12 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Por segunda vez una parte de la pasarela de madera de A Lanzada, en este caso un tramo de unos 30 metros, volvió a volar, literalmente, sobre la PO-308 para acabar estrellándose al otro lado de la calzada, sobre el arcén. Sucedió el domingo pasado por la noche y, afortunadamente, no hubo que lamentar víctimas ni causó accidentes. Sin embargo, el peligro potencial de un suceso más grave para la integridad de las personas está ahí y ese fue uno de los motivos que forzó una visita de urgencia del director de la Axencia Galega de Infraestruturas, Francisco Menéndez, al arenal sanxenxino.

El director autonómico se comprometió a llevar a cabo los trabajos adecuados para que esta pasarela recupere su aspecto original lo más rápido posible. Aunque no se aventuró a ponerle fecha, Menéndez indicó que podría ser cuestión de un breve plazo de tiempo, dependiendo de la tramitación administrativa al tratarse de un entorno costero que requiere el visto bueno de más departamentos estatales y autonómicos. Asimismo, precisó que se hará una inspección en todo el trayecto del paseo en A Lanzada, para evitar que pueda producirse otro incidente similar.

Menéndez añadió que la solución adoptada en el primer tramo que voló en A Lanzada, el pasado invierno, no se vio afectada por el temporal Ana, lo que implica que la solución en ese punto fue «moi axeitada». Es el mismo anclaje que se acometerá ahora en la parte dañada el domingo.

Por su parte, el alcalde, el popular Telmo Martín, reclamó una solución que sea definitiva y mostró su preocupación por la seguridad vial de peatones y coches en el futuro. Martín apuesta por una estructura de hormigón o un material menos frágil que la madera, aunque es consciente de la dificultad en A Lanzada por sus características naturales. «Eu creo que hai que respectar o medio ambiente, pero é mais importante a seguridade das persoas. A min me gustaría que non fose así, con este entaboado, pero xa non vai depender de nós».

En el cercano colegio de Noalla, el viento también se llevó por los aires el invernadero escolar.