Enfermería quiere conocer su futuro

Cristina Barral Diéguez
cristina barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

La integración de la Escuela de Pontevedra en la Universidade de Vigo, que tendría que ser una realidad este curso, sigue estancada al no haber avances en los trámites

08 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Lo que pedimos es que se acelere el proceso de integración porque, de entrada, hay consenso y porque es importante para la estabilidad y seguridad de la Escuela». Era el deseo que el director de la Escuela de Enfermería de Pontevedra, Miguel Ángel Piñón Cimadevila, expresaba hace algo más de un año en La Voz. En concreto, en octubre del 2016. El médico, que lleva al frente del centro desde el 2010, urgía a las Administraciones implicadas que agilizaran el proceso de traspaso.

Según la hoja de ruta para la integración, que se había hecho pública el 25 de octubre del 2013, la Escuela de Enfermería tendría que estar definitivamente traspasada a la Universidade de Vigo en este curso académico. Algo que no pasó, por lo que sigue siendo un «centro adscrito» a la Universidade. Cumplidos los plazos, las incógnitas son muchas. El máximo responsable del centro admitía esta semana la falta de noticias. «Tenemos previsto tener una reunión para ver cómo están las cosas, pero de momento no sé de ninguna novedad», señaló Piñón.

De las más solicitadas

La situación de la Escuela de la ciudad es singular, ya que es la única de las tres de Enfermería del sur de Galicia que depende de la Diputación. Tiene 43 años de vida y da formación a más de doscientos alumnos. Cada año oferta 50 plazas para cursar el grado en Enfermería y es una de las titulaciones más demandadas y con más lista de espera del campus. Su sede está ubicada en la cuarta planta del Hospital Provincial. Las otras dos escuelas, la de Meixoeiro, en Vigo, y la de Ourense, dependen de la consellería.

Ni la Diputación de Pontevedra ni la Consellería de Educación ofrecieron ayer una explicación de cómo están los trámites administrativos. Para el equipo directivo de la Escuela esa integración también facilitaría el traslado del centro al campus universitario. No hablan, ni mucho menos, de que se construya un nuevo edificio para albergar a sus estudiantes, sino de aprovechar las sinergias de un campus volcado en el ámbito de la salud, lo que permitiría compartir espacios y estructuras. Y lo que para la dirección es todavía más importante, compartir «sentimiento universitario».

La Escuela tuvo este año un presupuesto de 498.241 euros. El borrador del preacuerdo a tres bandas del 2013 -Diputación, Xunta y Universidade- contemplaba este 2017 como fecha límite para que el personal docente del centro ya dependiera de la Universidade. Aquel borrador también aludía a la financiación para garantizar el funcionamiento de la Escuela. Los números provisionales que se barajaban entonces es que la UVigo y la Xunta aportarían 800.000 euros cada una, y la Diputación, 400.000 euros.

Hace catorce meses, desde el gobierno del organismo provincial se aludía a que era «moi pronto» para hablar de plazos y procesos. La diputada Eva Villaverde apuntaba que la transferencia conllevaba «axustes de persoal e económicos». Por su parte, desde la Universidade se hacía hincapié en que se llevaba tiempo trabajando en este proceso, pero se reconocía que no había nada cerrado. Más de un año después las incógnitas crecen.