O Areeiro y Valencia lideran la lucha contra la plaga de los cítricos en España

Pontevedra y Valencia impulsan, de forma coordinada, la lucha a medio plazo para frenar el avance de una nueva plaga, la Trioza erytreae, que afecta a los cítricos y puede servir de vehículo transmisor de una segunda plaga que acabaría matando. En el caso pontevedrés, los estudios los lleva a cabo la Estación Fitopatolóxica do Areeiro, que compartirá sus experiencias con los resultados que alcancen los científicos levantinos del Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (Ivia). La plaga de la trioza se ha extendido ya a todos los concellos de las comarcas de Pontevedra, O Salnés, Baixo Miño, Vigo, Caldas, A Paradanta, O Condado y O Morrazo y está empezando a introducirse en la de Deza. Dozón, Rodeiro y A Golada son los únicos concellos que, a la altura del verano, estaban todavía libres de un avance que por ahora ha sido inexorable.

El director de O Areeiro, Pedro Mansilla, explicó que la trioza provoca «una malformación en la hoja, a modo de ampollas», que afectada a limoneros, mandarinos y naranjos, entre otros. Como consecuencia, las hojas «no realizan bien las funciones de la fotosíntesis y esto puede debilitar al árbol». Mansilla indica que no le consta mortandad de árboles cítricos en la provincia por esta causa, aunque sí indicó que la trioza es un riesgo que hay que intentar frenar y combatir.

Esta plaga transmite a las plantas una enfermedad denominada Huanglongbing (HLB), causada por la bacteria Candidatus liberibacter africanus, que si apareciese en estos árboles provocaría su muerte. Mansilla precisa que no consta la existencia de esta bacteria en España, pero la trioza funciona como un «vector» que facilita su transmisión a los árboles cítricos y, de ahí, la urgencia por intentar evitar su expansión ante el riesgo que supone para estas especies vegetales. «Esta bacteria puede causar la muerte de los árboles y no hay solución contra ella», incide. Esta circunstancia implica que sea prioritario el control de la plaga de trioza e impedir que alcance nuevas comarcas, a la vez que se buscan fórmulas para extirparla de la provincia.

Esta enfermedad de los cítricos se detectó en Galicia en el 2014, en árboles de las comarcas de O Salnés y O Barbanza, lo que obligó a la Xunta al año siguiente a tomar medidas restrictivas sobre la comercialización y tratamiento fitopatológico de los árboles dañados. Desde esa fecha, no ha cesado de expandirse.

En el 2015 los tratamientos «foron enfocados a intentar erradicar a praga nas zonas máis afectadas nese momento», sostiene l Medio Rural, que añade que ese año se trató a 3.023 árboles, con distintos productos como Movento, Confidor, Align y Actara 25WG. En el 2016 se multiplicó la cifra de ejemplares tratados con este procedimiento a los 13.071.

La lucha contra la trioza a partir de productos químicos tiene una efectividad limitada a la planta tratada y al período de eficacia de la fórmula fitosanitaria, que es limitada. Por esta razón, es necesario buscar nuevos elementos y aquí es donde entran en juego O Areeiro y el Ivia, según precisan desde la Diputación y la Xunta.

Las Administraciones gallega y valenciana han solicitado al Ministerio de Agricultura la autorización para importar desde Sudáfrica de un organismo de control biológico, la Tamarixia dryi. Se trata de un parásito que pone coto a la trioza y, de esta forma, impide que pueda exponerse a los cítricos españoles a la acción letal de la bacteria Candidatus liberibacter africanus, que aún no ha aparecido en España. Los permisos se han dilatado en el tiempo, pero finalmente Madrid ha dado permiso para la importación del parásito, según indica Mansilla. Sin embargo, los agricultores tienen que armarse de paciencia, porque al menos harán falta un año y medio de pruebas en laboratorio antes de que en Galicia se pueda comercializar este tratamiento natural y definitivo.

2014

Plaga detectada

Aparece en árboles en O Salnés y O Barbanza

58

Concellos

Extensión de la plaga en la provincia de Pontevedra

1.778

Árboles

Inspecciones en las que se tomaron 761 muestras este año

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