El espectáculo «Zaquizamí» cierra el Festival das Cóxegas

Elena Larriba García
Elena Larriba PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

r. g. a.

La obra de la compañía de Roberto G. Alonso da vida a los juguetes abandonados en un fayado

26 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy • 18.30 • Pazo da Cultura • Zaquizamí es un espectáculo vitalista, donde los juguetes abandonados en un fayado cobran vida, buscan novas oportunidades y hacen de sus defectos, virtudes. La obra es un canto a la diversidad, a la solidaridad y al espíritu de superación.

«Zaquizamí está al fondo del pasillo. Tiene tres estantes mal puestos, una puerta con llave y pestillo y un enchufe que no funciona. Cada vez que se apaga la luz hay una fiesta y sus habitantes, los que no se ven pero están, empiezan a vivir, a jugar y a soñar cuando creen que no les oyen. Pssssss……. No hagáis ruido, ¡que no sepan que lo sabéis!». Así transcurre esta historia.

Este espectáculo de danza está recomendado a partir de 3 anos. Las entradas se pueden adquirir en Ataquilla.com al precio único de 6 euros. Y, en caso de no agotarse en venta anticipada, estarán disponibles dos horas ante de la función en la taquilla del Pazo da Cultura. Los promotores advierten de que todo el mundo necesita entrada independientemente de su edad.

La compañía Roberto G. Alonso, con más de 20 años de trayectoria, es un referente de la danza en Cataluña y España por su particular lenguaje coreográfico, caracterizado por la fusión de la danza con la narrativa teatral y una concepción escénica peculiar, imaginativa y detallista.

Con Zaquizamí ha triunfado en diversos festivales de teatro y danza. La dirección y coreografía es del propio Roberto G. Alonso y está interpretada por Anita Àstrid, Borja Fernández y Laura Marsal. El Festival das Cóxegas es un ciclo alrededor de las artes escénicas dirigido al público familiar que se ha venido desarrollando a lo largo de los cuatro domingos de noviembre con espectáculos de danza, música y teatro pensados para divertir y entretener a los espectadores más exigentes, que son los niños.