El exotismo del Gafos: de los traviesos gansos egipcios a una gaviota americana

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

cedida

En el entorno del río están catalogadas más de cien aves; hasta un buitre se fotografió

05 nov 2017 . Actualizado a las 21:14 h.

Habría que mirarlo. Pero, posiblemente, sobre el Gafos deben haberse escrito tantas o más letras que sobre cauces bien grandes de España y del mundo entero. Quizá, quién sabe, el río pontevedrés tenga encima más crónicas que el Ebro o el mismísimo Amazonas. Todo ello se le debe, en gran parte, a Vaipolorío, un colectivo al que, salvando las distancias y tirando de retranca, le pasa como a Manuel Fraga. De él se decía que tenía el «Estado en la cabeza». Pues esta entidad tiene el río en la cabeza. El último trabajo que ha parido Vaipolorío es una nueva guía de aves -ya se había hecho una primera hace diez años-, que lleva el sello del ornitólogo Ramón Sineiro. Su presentación casi coincidió en el tiempo con la publicación en el boletín oficial de un documento que también incide en la flora y la fauna del Gafos. Se trata del plan de conservación hecho por el Concello para respaldar el ENIL -Espazo Natural de Interese Local- que tiene este entorno. Así que sí o sí toca hablar de sus aves y demás fauna. ¿Qué se puede contar? De todo. En el escrito oficial dice que están catalogadas 92 especies de pájaros, de los cuales medio centenar crían con regularidad en el Gafos. Pero Sineiro, al que le llevó seis años producir su guía de aves, documentó hasta 108 especies. Y algunas no están exentas de exotismo. Pasen y lean.

Empecemos por lo más llamativo. En el Gafos, sobre todo en la zona de la desembocadura, hay patos, ocas, gansos... y no todos son autóctonos. Sineiro tuvo que incluir sí o sí en su guía a una pareja que se ha ido ganando la simpatía de los vecinos: se trata de dos traviesos gansos egipcios, también llamados gansos del Nilo, que se han acostumbrado divinamente en las tierras del Lérez y a las que le gusta el contacto con los humanos. Ellos no se limitan al Gafos. Lo mismo aparecen en el centro de la ciudad que en una azotea. Suelen criar, pero pocos de sus retoños sobreviven. Algunos mueren atropellados, otros se los comen las gaviotas o los gatos asilvestrados y algunos más son pasto de los zorros -sí, los hay próximos al río, quizás no en la ciudad misma, pero sí en el entorno-. Así que la población de gansos egipcios suele reducirse únicamente a dos ejemplares. Esto hace que no representen un peligro para las aves autóctonas. Porque como bien indicaba María Formoso, la ingeniera técnica forestal del Concello que participó en la redacción del plan de conservación del ENIL, «aínda que esperten emocións, porque son vistosos e levan tempo aí, se a poboación medra non deixa de ser una especie foránea que colle o sitio das autóctonas».

Los gansos egipcios probablemente llegaron al Gafos procedentes de alguna repoblación que se hizo o incluso de alguna casa donde los habían criado. Hay más exotismo en el Gafos relacionado con las migraciones. Por ejemplo, en la nueva guía de aves está documentada una Gaviota de Ross, que vino desde Norteamérica posiblemente espantada por alguna ciclogénesis. Es una especie que muy raramente llega aquí.

Llegado de Castilla y León

También sobrevoló alguna vez el Gafos un buitre, que la cámara de Víctor Cabaleiro captó y pasó a formar parte también de la guía de aves. Dice el ornitólogo Ramón Sineiro que posiblemente llegase desde las montañas de Castilla y León.

¿Y cuál es el pájaro más común en el entorno del Gafos? De eso no hay duda: se trata del mirlo. Desde que hace diez años Vaipolorío hizo una primera guía hasta ahora aumentaron considerablemente las especies de aves topadas. Pero, ojo. No todo son buenas noticias. La publicación deja constancia de que el descenso enorme de gorrión que acusa la península no es ajeno al Gafos.