La nueva vida de Lourdes Domínguez

Aleixandre Méndez
Aleixandre Méndez PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CEDIDA

La mejor tenista gallega de la historia cumple un año desde que disputó su último partido como profesional

28 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Lourdes Domínguez vive este fin de semana una suerte de déjà vu. Hace exactamente un año, también el último sábado de octubre, la mejor tenista gallega de todos los tiempos disputaba en la sede del Club de Tenis Barcino su último partido como profesional ante Lara Arruabarrena en la final del campeonato de España absoluto femenino por equipos, tras el cual la pontevedresa recibió una avalancha de mensajes de cariño y admiración en redes sociales de amigos, rivales y multitud de personas relacionadas con el mundo del tenis. Y ayer, volvió al mismo escenario a disfrutar desde fuera de la pista del deporte al que ha dedicado más de media vida.

Después de más de veinte años dedicada en cuerpo y alma al tenis, Lourdes admite que la adaptación a su nueva vida no fue fácil. «Los primeros meses me costó un poco porque estaba acostumbrada a viajar mucho, a entrenar cada día, y de repente me levantaba y todo lo que llevaba haciendo desde hacía muchísimos años ya no lo tenía que hacer -desvela-. Pero poco a poco me fui dando cuenta de que necesitaba descansar, estar tranquila y coger energía para empezar otro camino», añade. En un principio, la pontevedresa incluso reconoce que le costaba ver tenis por televisión. «Pensaba: ‘hace un año yo estaba ahí’. Pero a medida que fue pasando el tiempo, ya he empezado a verlo desde otra perspectiva», apunta.

Echando la vista atrás, Lourdes no tiene reparos en admitir que lo que más echa de menos de su vida anterior es «competir. Soy competitiva por naturaleza desde pequeña y no solo con el tenis, sino con cualquier cosa en la vida». Y lo que menos, sin duda, «los viajes y el estar todo el día de aquí para allá». Pero ya con perspectiva para valorar su decisión de dejar el tenis, se muestra convencida de haber elegido «el momento perfecto para poner un punto y seguido a mi vida. Y estoy muy contenta. He tenido una carrera muy buena y los últimos años han sido en los que más he disfrutado jugando, pero lo que tenía claro es que quería dejar el tenis antes de que el tenis me dejase a mí», afirma.

En este año, a la pontevedresa también le ha dado tiempo para pensar en todo lo que ha logrado como tenista, y reconoce que la distancia le sirve para valorarlo más. «Te das cuenta de todo lo que has conseguido y dices: ‘la verdad es que he tenido una carrera espectacular’». Y con la perspectiva que da esa distancia, también pone en orden sus recuerdos, y ella misma se da cuenta de que los buenos superan con creces a los malos, relacionando estos últimos con las lesiones. «Resulta difícil elegir un solo momento, y eso es bueno porque significa que has conseguido muchas cosas. Pero quizá los mejores hayan sido cuando gané Roland Garros júnior, los dos torneos WTA que he logrado en Bogotá y la Orange Bowl sub-16. Cuando ganas un torneo así es una sensación inexplicable», asegura.

Centrada ya en su actual día a día, en el que sigue viviendo en Barcelona la mayor parte del tiempo tras 22 años afincada allí durante su carrera deportiva, Lourdes cuenta que está aprovechando para «hacer cosas que llevaba mucho tiempo sin hacer, o que prácticamente no había hecho nunca, y volver a Galicia de vez en cuando a disfrutar de la familia y los amigos». Aunque el tenis, como no podría ser de otra manera, sigue muy presente en su vida. Tanto es así que antes del verano dedicó buena parte de su tiempo para hacer el curso de entrenadora.

Respecto al futuro, Lourdes se muestra «abierta a múltiples posibilidades». Y pese a que desvela tener varios proyectos sobre la mesa, elude contar nada sobre ellos al no haber «nada cerrado». Y respecto a si regresará pronto a Galicia, se muestra dispuesta, aunque lo ve difícil a corto plazo. «Me gustaría volver a ayudar al tenis gallego de alguna forma, pero de momento no se han dado las circunstancias», explica. Aunque, desde la distancia, expresa su deseo de que pronto emerja alguna figura que discuta su condición de mejor tenista de la comunidad de la historia. «Esperemos que pronto vaya saliendo gente joven y con ambición», señala. Eso sí, quien aspire a superar lo que ella ha conseguido, tendrá una difícil tarea por delante.