Desestacionalización, diversificación y profesionalización, los retos turísticos

La segunda fase, la de concertación, del Plan Estratéxico de Turismo que impulsa la Diputación ha permitido al sector identificar los grandes retos a los que tiene que hacer frente Pontevedra. Así, y al margen de una mayor colaboración y coordinación entre las Administraciones y el ámbito privado, el desafío más inmediato es el relativo a la desestacionalización. Esto es, lograr que la provincia capte turismo fuera de los tradicionales meses de verano, para lo cual es preciso «o impulso de novas iniciativas enfocadas á creación de produto».

De igual modo, otros retos serán la diversificación de la oferta, la profesionalización del sector privado para mejorar la competitividad y la promoción y difusión de la provincia, con especial hincapié en su interior.

Todos estos objetivos están en consonancia con la meta que se ha marcado la Diputación a la hora de impulsar esta iniciativa. Y que no es otra que aspirar a un turismo de calidad y no masificado, sostenible y que presente una oferta diferenciada con proyección internacional.

En este ámbito, los principales puntales con los que cuenta la provincia se engloban en lo que el Plan Estratéxico de Turismo 2017-2020 identifica como productos prioritarios: el turismo enogastronómico; el de sol e playa; las fiestas de interés turístico y los grandes acontecimientos; todo lo vinculado con el Camiño de Santiago; el turismo activo y de aventura; o el cultural, en toda su dimensión, pero también el relacionado con el medio ambiente y la naturaleza, el rural e, incluso, el termal.

La intención de la Diputación retomar el contacto con los concellos y el sector privado para analizar conjuntamente estas conclusiones antes de iniciar lo que será la redacción del documento final. El calendario previsto comprende que esté culminado en el mes de diciembre para, posteriormente, ser presentado a la Xunta y al Gobierno central.

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