Golpe a la distribución de licor de orujo clandestino al incautarse 600 litros
PONTEVEDRA
La Guardia Civil de Marín denunció al titular de una empresa asentada en O Morrazo
25 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Los agentes de la patrulla del Servicio Fiscal de la Guardia Civil de Marín, en colaboración con la Agencia Tributaria, han dado un golpe a la distribución de licor de aguardiente clandestino en la comarca de Pontevedra. De este modo, se ha intervenido una partida de seiscientos litros de esta bebida alcohólica que iban a ser comercializados de forma fraudulenta por una empresa asentada en la comarca de O Morrazo.
El decomiso se produjo en el transcurso de una inspección rutinaria que el instituto armado realizó en esta firma para comprobar el cumplimiento de la normativa sanitaria y fiscal de la mercancía que tenía a la venta. En un momento dado, los agentes se percataron de la existencia de un almacén anexo a la nave principal donde localizaron un palé que contenía cincuenta cajas, con seiscientos litros de licor de orujo. Desde la Guardia Civil precisaron que la bebida estaba distribuida en doscientas garrafas de tres litros cada una y no presentaba ni etiquetado y marcas fiscales, por lo que no se puede determinar su trazabilidad.
Los guardias procedieron a la incautación de la mercancía, que quedó precintada y depositada cautelarmente en la misma empresa. Paralelamente, el titular del negocio fue denunciado por la supuesta comisión de dos infracciones de carácter administrativo. Por un lado, a la Ley de Impuestos Especiales, de la que es competente la Dependencia de Aduanas e Impuestos Especiales de Pontevedra y que está vinculada con la falta de precintos especiales en las botellas. Y por otro, a la normativa de Protección general de las personas consumidoras y usuarias, que tendrá que resolver la delegación provincial de Sanidade de la Xunta de Galicia y que se relaciona con el riesgo que la venta de estas bebidas podía llegar a suponer para la salud pública.
La trazabilidad, una incógnita
En este punto, desde la Comandancia de la Guardia Civil subrayaron que la ausencia de etiquetas comerciales en las garrafas impide conocer la trazabilidad del licor de aguardiente. De igual modo, por el momento, no se puede determinar la empresa responsable de su elaboración y, posterior, distribución.