«Ponte1Reto logró terminar la segunda gran prueba de la temporada y vistos los condicionantes, terminó con éxito». Así resumía el propio club su paso por la Transpyr, que comenzó con un proyecto de equipo de tres miembros -Pablo Fernández, Manuel Caramés, Fallolli, y Fran Valiñas-, pero que en la segunda etapa dejaron reducidos a dos los problemas físicos de Manuel Caramés. La Transpyr, muy dura y con un formato poco usual, está considerada una de las diez mejores carreras por etapas de MTB del mundo por National Geographic.
Es también una de las pioneras en nuestro país. Se trata de cruzar los Pirineos, del Mediterráneo al Cantábrico, atravesando Cataluña, Navarra, Aragón y Euskadi durante 800 kilómetros de recorrido con unos 20.000 metros de desnivel acumulado. Por esta razón a organización establece unos tramos cronometrados, que son los que finalmente cuentan para la clasificación. En el resto del recorrido de cada etapa son los propios corredores quienes administran sus propias fuerzas, según la agrupación deportiva pontevedresa.
Reincorporación
«La pareja compuesta por Pablo Fernández y Fran Valiñas se acopló rápido y, etapa a etapa, fueron encontrando su sitio, disfrutando, a pesar de su dureza, de unos parajes únicos», señala. Hasta el punto de que al comenzar la quinta etapa Fallolli se vio con fuerzas para reincorporarse y consiguió correr en solitario, aunque en todo momento pendiente de sus compañeros.
Los protagonistas de la misión pontevedresa en la Transpyr reconocieron tras la prueba, al llegar a Hondarribia, que se trata de «la experiencia BTT de mi vida», en palabras de Pablo Fernández López. Fran Valiñas, por su parte, aseguró que es «la prueba más dura, más apasionante y que mayor satisfacción me ha dado», mientras para Manuel Caramés el trayecto fue «una experiencia que me ha cambiado para el resto de mi vida».