Mimando el césped taquito a taco

carmen garcía de burgos PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

JAIME OLMEDO

El Pontevedra comienza hoy el tratamiento del terreno de juego del estadio de Pasarón, que durará una semana de trabajo y otra de descanso

19 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Este mediodía, cuando el sol muestre su cara más áspera y menos amigable, en Pasarón se pondrá en marcha el operativo que cada verano aspira a reavivar el verde del césped del campo de fútbol municipal. Un equipo integrado por cerca de una decena de trabajadores del club arrancarán una semana de trabajos intensivos -que podría llegar a reducirse a cinco días- que ya saben que va a estar dedicada únicamente a la hierba por la que desfilarán alguno de los mejores equipos de Segunda División B.

El tratamiento, que se realiza indefectiblemente cada Navidad y cada estío, se llevará a cabo en gran parte con maquinaria cedida para este fin por la Diputación de Pontevedra, pero también incluye una labor manual intensa. La primera parte del tratamiento consiste en escalificar el terreno de juego pontevedrés; esto es, arrancar las malas hierbas, con raíces incluidas, para evitar que siga conquistando el campo y acabe con las buenas. A continuación, los responsables del verde de Pasarón -entre los que se encuentran desde directivos hasta utilleros pasando por personal del cuerpo técnico- se pondrán manos a la obra con la parte más complicada y laboriosa de todas.

A ella se dedicarán de manera intensiva durante aproximadamente día y medio -mañana y tarde- tres miembros del club granate. El consejero Manuel Rubal, Tomé y el utillero, Rafa Vidal, serán los encargados un año más de llevar a cabo una de las funciones en las que semestre tras semestre se dejan la espalda. El pinchado del terreno se hace hueco en verano y macizo en invierno. El primero persigue descompactar y regenerar y el segundo solo de hacer sitio en la capa superior del subsuelo para permitir que el agua de la lluvia se filtre en el césped y no se acumule en su superficie encharcándolo, haciéndolo impracticable para jugar al fútbol y estropeando la hierba.

La primera parte de este proceso se realiza con una máquina que va clavando una varilla aproximadamente cada veinticinco centímetros -el campo mide una hectárea- a una profundidad de unos quince centímetros y extrayendo la tierra de su interior para descomprimir el subsuelo. La segunda es puramente artesanal y es a la dedican más tiempo.

Resembrado manual

Se trata de ir a pie por el terreno de juego recogiendo toda la hierba y tierra que previamente ha sido sacada. Intentar hacer este trabajo con un vehículo no especializado supondría pisar los trozos que no han sido recogidos todavía y tapar los pequeños agujeros que acaban de practicarse. Aunque posiblemente existan herramientas especializadas en este tipo de función, el presupuesto con el que el cuenta el Pontevedra CF para este apartado es insuficiente para hacerse con una de ellas. De modo que lo llevan con deportividad, aunque no disimulan la dureza de su misión.

El resto del proceso es algo más sencillo. Una vez completados estos pasos solo queda proceder al arenado y el resembrado manuales. Es decir, primero hay que rellenar parte de los huecos con arena procedente de Portugal -así lo aconseja el experto de la Diputación que asesora al club granate en esta materia-, y, a continuación, volver a plantar hierba. El último paso es, sin embargo, el más sencillo, en ello coinciden todos los responsables: dejar descansar el césped una semana entera. De ahí que este tratamiento de mantenimiento siempre se lleve a cabo durante las vacaciones de verano y las de Navidad.