Medallas para celebrar la vida

Aleixandre Méndez
Aleixandre Méndez PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Carlos Sánchez ya fija sus miras en el mundial tras lograr tres preseas en el nacional de trasplantados

04 may 2017 . Actualizado a las 16:11 h.

Su DNI refleja que tiene 54 años, pero hace poco más de tres, Carlos Sánchez volvió a nacer. Solo diez meses antes, el diagnóstico de una hepatitis C le auguró apenas un año de vida si no lograba un nuevo hígado. Fueron meses complicados, pero después de un intento fallido por la incompatibilidad del órgano que iba a recibir, el día de Año Nuevo de 2014 atendió al fin la esperada llamada que le ha cambiado la vida.

Para entonces, este pontevedrés que había dedicado su vida al ejército, en el que había alcanzado el rango de oficial y participado en misiones en Pakistán, Afganistán y Kosovo, estaba al borde de perder la esperanza, hasta el punto de que había decidido redactar su testamento asumiendo un final ante el que temía especialmente no poder conocer a su primera nieta, ya en camino. Hasta que la solidaridad de una familia, que decidió aceptar la donación de órganos del ser querido que acababa de perder, le dio una segunda oportunidad.

Hoy, completamente recuperado para llevar una vida normal, Carlos Sánchez admite que esta experiencia ha cambiado por completo su forma de afrontar la vida, esta nueva vida que inició un 2 de enero del 2014. Y apartado de su profesión debido al trasplante, ahora es el deporte el que ocupa buena parte del día a día de un Carlos al que la enfermedad le llegó pese a haber llevado siempre una vida sana, convirtiéndose ahora en una fuente de satisfacciones personales y un medio para compartir su experiencia con otras personas que han vivido situaciones similares.

Jugador de voleibol de cierto nivel en su juventud, tras unos primeros meses después de su operación en los que los médicos limitaron su actividad física a caminar, Carlos encontró en el deporte un nuevo estímulo. «Tras la operación desbordaba vitalidad, hasta el punto de que, durante el mes y medio que tuve que estar en el hospital, acabé caminando cinco kilómetros cada mañana y otros cinco por la tarde», recuerda.

Ya de vuelta a casa, primero empezó a correr, y tras descubrir en la Red la Asociación Deporte y Trasplante, encontró en la competición una nueva motivación. Entonces, decidió contactar con su viejo amigo Santi Ferrer, entrenador de atletismo, para retomar su afición por los lanzamientos. Y tras debutar el año pasado en el nacional de trasplantados, el pasado fin de semana añadió a su flamante nuevo palmarés deportivo tres medallas, un oro en lanzamiento de peso, y sendas platas en lanzamiento de bola y en pádel, en el campeonato de este año disputado en Granada.

Poner en valor la donación

Ahora, Carlos fija sus miras en el próximo mundial que se disputará en junio en Málaga, un evento en el que participarán cerca de tres mil deportistas trasplantados de diferentes países. Una cita que para el pontevedrés es toda una «fiesta de la vida», según sus propias palabras, y en la que aclara que, por encima de los triunfos, prima su función de «compartir y promocionar la donación, y agradecer a todos los donantes del mundo su generosidad».

Por ello, desde su nueva faceta como deportista, Carlos aspira a que su espíritu de superación sirva, además, para dar visibilidad a la labor de asociaciones como Adrovi, Asampo o la Asociación Deporte y Trasplante España, a la que pertenece. Y se afana en agradecer y poner en valor «el papel del personal sanitario y no sanitario que participa en esta cadena de vida que es la donación» sin olvidar el papel de la plataforma de afectados por la hepatitis C, celebrando que esté consiguiendo la modificación de los criterios «para que la medicación que les permite mejorar de su enfermedad llegue a todos los afectados». Pero, sobre todo, hace un llamamiento para que la sociedad entienda de una vez por todas la importancia de normalizar la donación tanto de órganos como de sangre. «Yo, a día de hoy, sigo agradeciendo cada día la solidaridad de quien me ha permitido tener esta nueva vida», asegura.