El Peixe Galego busca obrar su propio milagro de Semana Santa

Aleixandre Méndez
Aleixandre Méndez PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Aunque gane, descenderá si también lo hacen Clavijo o Huesca

16 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El Marín Ence Peixe Galego afronta este mediodía ante el Prat (12.15 horas, A Raña) un partido agónico en el que ni siquiera la victoria le asegura mantener opciones de salvación. De hecho, a los de Javi Llorente solo les vale ganar y esperar que no lo hagan ni el Clavijo ni el Huesca. Y en caso de derrota, el equipo marinense será ya matemáticamente equipo de LEB Plata.

Ante este panorama, el técnico peixe admite que «el estado anímico no es el mejor para poder plantear un partido». Sin embargo, Llorente deja claro que las escasas posibilidades de salvación que le quedan no deben provocar que su equipo se rinda antes de tiempo. «Sabemos que el Prat es un equipo de la zona media-baja de la tabla ante el que podemos competir mejor que en las últimas jornadas, máxime en casa, pero está claro que el partido está condicionado por la situación en la que estamos», explica el entrenador leonés.

Llorente, a la vez, no oculta que la mala situación en la tabla les ha pesado en los últimos encuentros. De hecho, reconoce que, en la jornada anterior en Oviedo, la debacle que vivió su equipo en el último cuarto -en el que encajó un parcial de 27-7 para acabar perdiendo por 89 a 55- tuvo mucho que ver con esa sensación de estar ya casi desahuciados. «En los últimos partidos, como el del Breogán en casa o el último en Oviedo, nos ha pasado un poco eso. Primero, porque la rotación que tenemos es corta, y ante equipos con un banquillo tan largo nos cuesta el tramo final. Y después que, cuando ves que no puedes, que no llegas, es fácil venirse abajo», admite el leonés.

Por si las dificultades no fueran ya suficientes, Llorente tendrá hasta el mismo momento del partido dos serias dudas por problemas físicos: Andrés Miso, que de nuevo no ha podido entrenar con normalidad esta semana por un golpe en la cadera que arrastra desde hace dos jornadas, y Javier Múgica, también duda al tener el menisco «más que tocado». «Molestias tendrán, seguro, pero siendo el partido que es, lo más probable es que fuercen para jugar», avanza el técnico.

En todo caso, pese a todos estos condicionantes, Llorente pide hoy a los suyos un esfuerzo para que, si el descenso llega, que sea a pesar de haber ganado. Y lo hace recordando que, enfrente, tendrán a un rival más asequible de los que se encontraron en las jornadas precedentes. «Ellos también se juegan mucho, no se pueden relajar -afirma Llorente-. Así que nosotros intentaremos repetir lo que hemos hecho bien en esta segunda vuelta: salir fuertes, competir al máximo e intentar evitar venirnos abajo cuando las cosas vayan mal. Debemos tener más cabeza y ser capaces de lograr una victoria para, cuando menos, recompensar a la afición por el apoyo que nos ha dado en cada partido», añade.

Posible descenso «en diferido»

Los caprichos de los horarios han querido, además, que el Peixe Galego pueda finalizar su partido todavía con opciones de salvación y descender horas después. Una extraña situación que se producirá si el Clavijo-Calzados Robusta gana en casa al Cáceres en el partido que comenzará a las 18.30 horas o si el Magia Huesca vence en la pista del Burgos en el encuentro que empezará a las 19 horas. Mientras tanto, al Peixe Galego le tocará ganar y esperar que se obre su particular milagro de Semana Santa.