Rehabilitaciones que dan oxígeno a un casco histórico todavía débil

María Hermida
maría hermida PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Un local hostelero, una casa con huerta o un centro para mayores son algunas de las actuaciones que están en marcha

10 mar 2017 . Actualizado a las 05:05 h.

Antes de que la crisis campase a sus anchas, el cielo pontevedrés, como el de toda España, se poblaba de grúas. La recesión cambió ese escenario de hierros voladores. Se llevó las obras. Cortó por lo sano con la construcción de nuevos edificios y también frenó las rehabilitaciones. En los últimos tiempos, y a tenor de lo que dicen desde las empresas de construcción que todavía sobreviven, si algo se mueve en el sector son las restauraciones tanto de interiores como de inmuebles al completo o de fachadas. ¿Y en el caso concreto del casco histórico pontevedrés, se mueve algo ahí o todavía no? Sí. Hay rehabilitaciones en marcha que dan oxígeno a una zona vieja aún muy débil, porque quedan muchas casas en ruinas. De hecho, hay calles como César Boente donde los edificios se caen a cachos. ¿Qué actuaciones se están realizando? Pues, al menos, hay una docena de obras en marcha, algunas relacionadas con la fiebre de los arreglos de fachadas del que está contagiada, para bien, para toda ciudad pontevedresa.

Empezamos por la calle Laranxo. Se oye a albañiles trabajar. Y, efectivamente, uno se encuentra una obra entre esa calle y García Flórez. El cartel en el que se especifica la licencia que tiene la actuación pone «casa con huerta», así que la cosa promete. Cierto es que sin andar muchos metros, en esa misma zona, uno encuentra varias viviendas en ruinas o cerradas a cal y canto. «Mira que pena todo esto en mal estado, con lo bonito que sería vivir aquí», se oye decir a una turista que en ese momento pasa por la zona a su regreso de visitar la iglesia de San Bartolomé. Para encontrar otra vivienda que se esté preparando en la zona antigua hay que ir hasta la calle San Sebastián.

Seguimos en la zona de Curros Enríquez. Ahí, hay varias actuaciones. Algún arreglo interior, otro de fachada y, en la calle Don Gonzalo, una obra de enjundia. Se trata de una actuación de la firma Saraiba para construir un centro de la tercera edad. Una directiva de esta empresa señalaba que no escogieron la zona vieja al azar. Construyen ahí porque buscan que los futuros residentes estén en una zona donde puedan desarrollar la vida cotidiana que llevaban en sus casas, desde tomarse un café a pasear por las plazas pontevedresas.

Varios establecimientos

Hay más negocios montándose en la zona antigua. Por ejemplo, una clínica dental en García Escudero. Y, en la calle Figueroa, un local hostelero que verá la luz en una casita de piedra. El promotor del mismo es Iñaki Bretal, alma máter del Eirado da Leña y el Loaira. Explica que no se trata de un nuevo restaurante, sino de habilitar un local que haga de centro logístico y cocina para sus otros establecimientos. Lleva año y medio a vueltas con la obra y señala que ahora se acerca el final. Él, igual que otras personas que promueven actuaciones en la zona antigua, indican: «Son trámites lentos e obras que van despacio e moi, moi coidadas».