La línea de Monte Porreiro y el pazo de Lourizán sacuden un pleno monótono

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Ocho de los trece asuntos que se debatieron fueron aprobados por unanimidad

21 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La corporación municipal de Pontevedra tiene estas cosas: celebra un pleno en el que solo hay mociones, ruegos y preguntas, y pese a que ocho de los trece asuntos a debate se aprobaron por unanimidad, la sesión superó las cuatro horas.

La casi plácida sesión apenas se vio alterada por dos de los asuntos. Por un lado, la moción de Marea Pontevedra para instar un nuevo convenio que soterre de una vez por todas la línea de alta tensión que cruza Monte Porreiro, que acabó siendo aprobada por unanimidad. Y, por otro, el más espinoso asunto del futuro del Pazo de Lourizán, que llevó el PSOE al pleno para que la corporación se manifestará a favor de preservar su uso público en el futuro, tras el intento de la Xunta -usufructuaria de la instalación- de rehabilitar el histórico edificio con fondos que aportaría Ence. La moción se aprobó con los votos en contra del PP y de Ciudadanos.

Convenio del año 2007

Pese a que el debate sobre la línea de alta tensión de Monte Porreiro lo llevó Marea al pleno, lo cierto es que lo coparon los representantes del BNG y del PP por la diferente interpretación de aquel convenio frustrado del año 2007. Entonces, el Concello, la Xunta y Unión Fenosa acordaron una inversión de 1,7 millones de euros para soterrar la línea. El gobierno municipal insiste en que el Concello hizo su parte, que era la obra civil para canalizar la línea bajo el suelo, que invirtió en ello unos 465.000 euros y que fueron la Xunta y la compañía quienes incumplieron su compromiso de invertir 1,1 millones de euros en eliminar el cableado.

El portavoz del PP, Jacobo Moreira, responsabiliza al gobierno local porque no optó a unas subvenciones de la Xunta en el 2011 para soterrar líneas eléctricas.

Sea como sea, recordó el portavoz de Marea, Luís Rei, «o certo é que os veciños de Monte Porreiro seguen a soportar a líña de alta tensión sobre as súas vivendas».

En cuanto al Pazo de Lourizán, el debate se tensó por una doble vía. Por u lado por los ataques de BNG, Marea y PSOE al PP por ejercer como «agentes de Ence». A este respecto, llama la atención la normalidad con la que Moreira se refiere a las «contraprestaciones que negoció la Xunta» para que Ence pueda seguir en la ría.

Y, por otro lado, el PSOE trató de atacar al BNG por la aparente ambigüedad con la que en algún momento se habría expresado el vicepresidente de la Diputación, César Mosquera, ante la posibilidad de destinar fondos de Ence a rehabilitar el pazo. Mosquera negó radicalmente que el BNG ampare dicha opción, pero el portavoz socialista, Agustín Fernández, no salió plenamente convencido y agradeció que la presidenta provincial, Carmela Silva (PSOE) «teña sido máis taxante diante do vicepresidente da Xunta».

Mosquera, no obstante, sí dejó caer que la Diputación estaría dispuesta a colaborar económicamente si la Xunta afronta la rehabilitación del Pazo de Lourizán con fondos públicos.