Lo cazan camino del trabajo con el cuádruple de alcohol permitido y se duerme en el interrogatorio

Marcos Gago Otero
Marcos Gago MARÍN / LA VOZ

PONTEVEDRA

El conductor circulaba por el casco urbano a primera hora de la mañana

03 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue la sorpresa de la mañana del segundo día del año, un caso tan peculiar que llamó la atención de vecinos y de las fuerzas de seguridad. La errática evolución de un vehículo delante mismo de una patrulla del servicio fiscal de la Guardia Civil por el medio de la localidad pontevedresa de Marín les dio a entender que le estaba ocurriendo algo raro al conductor. Y tanto, pero no estaba siendo víctima de un problema de salud. Estaba totalmente ebrio.

Pasaban de las seis y media de la madrugada de ayer, cuando los agentes decidieron intervenir por razones de seguridad del tráfico y evitar un accidente de consecuencias imprevisibles. Según indicaron fuentes del caso, los movimientos que hacía el vehículo por el medio de la calzada eran «graves» y todo parecía indicar que o lo paraban o el coche se dirigía inevitablemente a protagonizar un accidente. Para evitar esta desagradable situación, los guardias civiles dieron el alto al coche. Vieron en seguida que el conductor, un hombre de 52 años que iba camino del trabajo, estaba aparentemente ebrio. «Iba bastante mal», señaló un portavoz de la Guardia Civil.

Posteriormente, cuando se le practicó el control de alcoholemia acabó dando una tasa que fue superior al cuádruple del límite de alcohol permitido. Si esta circunstancia es inusual ya de por sí, todavía lo fue más lo que sucedió mientras los agentes intentaban identificarlo. Según señalaron fuentes de la Guardia Civil de Pontevedra, el hombre estaba en tan mal estado que se les quedaba dormido durante el interrogatorio y tenían que esforzarse en mantenerlo despierto.

Como el incidente se produjo en el casco urbano de Marín, los guardias civiles iniciaron contra el hombre diligencias penales por un presunto delito contra la seguridad vial y notificaron el suceso a la Policía Local, que es el cuerpo con competencias viarias dentro del límite urbano de la localidad. Los policías locales marinenses fueron los que comprobaron que el conductor superaba con creces el límite autorizado de alcohol para ponerse al volante y continuaron con las diligencias penales, con la intención de poner todo el asunto en manos del Juzgado de guardia de Marín.

No ha trascendido si el hombre tenía en vigor todos los puntos de su carné o si era reincidente. Sin embargo, sí se inmovilizó el vehículo para que su comportamiento al volante no supusiese ningún peligro ni para él ni para los demás.

Este es el segundo caso en que un conductor borracho se delata él mismo al volante en las carreteras del entorno de Pontevedra en pocos días. Otro conductor acabó el sábado en una zanja en Sanxenxo y al hacérsele la prueba reglamentaria, se comprobó que triplicaba la tasa máxima de alcohol.