El Peixe busca romper su mala racha frente a un rival que no cederá fácilmente

La Voz PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Los marinenses saben que una victoria resultaría en una inyección de ánimo

10 dic 2016 . Actualizado a las 16:32 h.

El Peixe Galego reconoce su difícil situación, pero también conoce el dicho de que nunca ha llovido que no escampara. Los marinenses buscarán esta tarde, a las 20 horas, en su fortín de A Raña, romper con la racha de derrotas -tres consecutivas, frente al Palencia, el Lleida y el Breogán- y sacar la cabeza del agua para poder respirar, aunque solo sea por un momento.

No será tarea fácil. Delante tendrán un rival que ha sabido mantenerse en los puestos altos de la tabla -sexto actualmente- y que viene de sacarle diez puntos al Leyma Coruña, dos puestos por encima.

Javi Llorente, entrenador del equipo local sabe que es el momento de mostrar músculo. «Esta semana hemos hecho los mejores entrenamientos de la temporada», señala. «El equipo está unido, de eso no hay duda, y aunque sabemos que la situación es difícil, podemos optar a la victoria».

«Es un rival fuerte, que está arriba y que este año se hizo con algunos jugadores que desequilibran el juego y demuestran tener calidad», continúa Llorente. «Tenemos fortuna de contar con una afición como la nuestra, que sabemos que siempre responde ante estos momentos».

En los últimos cuatro encuentros, el Oviedo solo ha perdido contra el Melilla, y se encuentra empatado a puntos con los siguiente cuatro clasificados, incluidos el Coruña y el Breogán

Confianza y optimismo

El Peixe debe quitarse miedos y demostrar que el trabajo de estos últimos días pueden dar sus frutos en la cancha en forma de victoria. En ese sentido, el entrenador ha apostado por centrarse en tratar de corregir los errores defensivos mostrados en los últimos encuentros. «En este tipo de categorías tan exigentes los fallos se pagan muy caros. En ataque tenemos carencias también, pero he optado por trabajar con mayor atención la defensa».

Cuatro cuartos para demostrar que el Peixe todavía puede, y sabe, nadar en su casa.