«Estoy feliz y quiero vivir en España»

Marcos Gago Otero
marcos gago MARÍN / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

Los siete refugiados sirios del «Lady Boss» recogen sus tarjetas de residencia

19 nov 2016 . Actualizado a las 05:15 h.

Sonrientes, levantando los pulgares en señal de victoria y, esta vez sí, posando sin ningún temor delante de las cámaras que ayer se agolpaban en el puerto de Marín. Así celebraron los siete tripulantes sirios del Lady Boss la admisión a trámite de su petición de asilo político. A su lado, en la cubierta, estaban su relevo, marineros rumanos que completarán la dotación del mercante en su ruta hacia Siria. «¿Cómo estáis hoy?», preguntaron los periodistas. Con gestos -solo uno sabe algo de inglés-, volvieron a sonreír. «¿Felices?». Sin duda. Minutos después llegaron los funcionarios de Extranjería para darles en mano la tarjeta roja, la autorización de estancia temporal en España. En Siria, según relataron, solo les esperaba el reclutamiento forzoso o incluso la muerte.

El martes, cuando pidieron el asilo, la mayoría preguntó por cómo ir a otro país como Alemania. Ahora ya no. «Quiero vivir en España», respondió Mohamed. Los demás asintieron con un movimiento de cabeza ante las reiteradas preguntas. A la mención de la palabra «España» volvían a sonreír y mover con la cabeza que sí. Ni Francia, Italia o Alemania despertó la misma reacción. Un poco más tarde, con su tarjeta en la mano, Mohamed solo mostró gratitud por poder quedarse en la Península. Su historia tiene sabor agridulce, con su mujer e hijos muy lejos. «Quiero reunirme con mi familia, la situación en Siria es realmente muy mala».

Ahora ya pueden salir del barco. Mohamed paseó por primera vez por Marín. Ninguno de los siete se irá el Lady Boss hasta el lunes. La razón, según la representante del sindicato internacional del transporte ITF, Luz Baz, es una cuestión diferente a la de su condición de refugiados. «Ellos están ya más tranquilos, pero hay un problema paralelo y es el de sus salarios. Hemos conseguido que el armador envíe el dinero, pero los dólares no están físicamente aquí», explicó. «Sin cobrar su dinero no quieren abandonar el barco y esperamos que se les pague el lunes».

Junto al Lady Boss, se encontraba Cristina Ucieda, de Accem, la oenegé que, en colaboración con el Ministerio de Trabajo, supervisa en Galicia el programa de acogida de refugiados. Ucieda apuntó: «Como asociación lo que ofrecemos es la acogida cuando un solicitante de asilo no tiene donde vivir». Ayudan en la primera fase de la integración en su nuevo país. El lunes, o como muy tarde el martes, sabrán cuántos se acogen a este programa.