El campeonato gallego de media maratón se celebró por las calles de Pontevedra con más de dos mil corredores
17 oct 2016 . Actualizado a las 20:15 h.Una multitud de corredores tomaron las calles de Pontevedra para disfrutar de una fiesta del atletismo que mezcló a la perfección la carrera popular con la alta competición autonómica. Por un lado, unos competían por el cetro gallego de la media maratón y otros por el título de campeón del circuito de carreras municipales que cerraba el curso con su última y definitiva prueba. Y a mayores, centenares de aficionados que quisieron sumarse a esta celebración en una jornada en la que la lluvia dio una tregua que permitió a la ciudad disfrutar del ambiente atlético.
Entre los más de dos mil corredores que asaltaron el centro pontevedrés, el experimentado corredor Pedro Nimo fue el más destacado. Ya en la primera vuelta al circuito se destacó en la cabeza de carrera y supo aguantar su posición de líder hasta llegar a la línea de meta con casi tres minutos de ventaja sobre el segundo clasificado. Iván Docampo fue el segundo, pero en su rostro no había decepción por no haber conseguido el primer puesto, ya que él fue el campeón de la carrera más esperada del circuito pontevedrés.
En el cuadro femenino, la primera en cruzar la meta fue Paula Mayobre que se coronó también campeona gallega de media maratón al detener el crono en una hora y dieciocho minutos. Además marcó la misma diferencia que su homólogo masculino con respecto a Yolanda Gutiérrez, segunda clasificada que llegó a meta a casi tres minutos de la campeona Mayobre, que se consiguió también el premio del circuito municipal de carreras.
Desde minutos antes de tomar la salida alrededor de las once de la mañana, en el Puente de los Tirantes ya se respiraba el ambiente de un día grande de atletismo. Se esperaba lluvia para todo el día de hoy, pero el cielo dio una tregua a los millares de corredores y espectadores que se agolpaban en las aceras de la ciudad. Y los corredores no defraudaron. En dos vueltas a un circuito de 10 kilómetros y medio por la ribera del Lérez y por las calles y plazas del centro de la capital pontevedresa realizó el pelotón un alarde de sacrificio y competitividad que despertó los aplausos de los espectadores.
A su paso por la icónica plaza de A Peregrina una batukada daba ánimos a un ya exhausto grupo de corredores que ansiaba llegar a la meta y poner fin a un exigente circuito con algún que otro desnivel que puso en aprietos hasta a los corredores más experimentados. Al final, todo salió a pedir de boca y la media maratón que organiza cada año la Sociedad Gimnástica volvió a ser un éxito del que querrán ser partícipes el próximo año muchos más corredores.