«Aún tenemos olivos por descubrir»

C. Pereiro PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Busca e investiga cepas centenarios para identificar las razas autóctonas que sobreviven en Galicia

15 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Habla con un discurso digno de profesor, pausado y accesible para todo el mundo. Carmen Martínez es científica en el CSIC, en la Misión Biológica de Salcedo, y su objetivo no es otro que escudriñar la vida y sus formas. Ahora, en mente y sobre la mesa hay un proyecto pionero, el de encontrar y registrar todas las cepas autóctonas del olivo gallego. Su búsqueda suena a una aventura, una aventura que hace treinta años realizó con la vid, y que acabó mostrando y protegiendo denominaciones como la de Rías Baixas.

-¿Cuándo nace esta búsqueda y conservación del olivo gallego?

-Aproximadamente en el 2012, tras un proyecto en el que participaban varias empresas y grupos de investigación. Era el GALIAT 6+7, y trabajábamos con productos como el vino, el grelo, los mejillones... y entre ellos el aceite. Fruto de esa experiencia, y al contactar con la empresa Aceites Olei, nos proponen una línea de investigación con los olivos gallegos.

-Pasaba usted de la uva a la oliva.

-Sí, esa era mi especialidad y por eso me veía un poco reticente a comenzar con los olivos. Me parecía un tema precioso pero muy amplio. ¡Teníamos tanto por hacer con la vid!

-Pero finalmente se pone con ello.

-Sí, lo presentamos, fue concedido, y hasta estos primeros pasos en los que nos encontramos. Es un tema interesantísimo que se encuentra en un punto similar al que estaba la uva cuando yo empecé a trabajar, hace unos 30 años, y la búsqueda intensa por variedades gallegas. De aquellas no se había ni aprobado la denominación Rías Baixas. Volviendo al olivo, nos metimos de lleno y vimos que tenía futuro, que había mucho que estudiar y sacar de ahí.

-¿Y luego?

-Abrí mi propia línea de investigación con la que trato de demostrar de que no solo hay un interés científico o biológico, sino que estamos ante algo que se podría, perfectamente, explotar comercialmente, como ya se hizo en otras ocasiones. Aún tenemos variedades únicas de olivo que están por descubrir.

-En busca del olivo gallego, podría ser el título de una novela o una película de Spielberg.

-Es que se trata de una aventura. Falta por encontrar las variedades que aún no conocemos y continuar con estudios agronómicos, botánicos y científicos. Esto es algo que requiere tiempo y rigor, que es cómo se deben hacer estas cosas. Descubrir hechos.

-¿Ya han ido documentando olivos gallegos?

-Llevamos años viajando por Galicia recolectando cepas, realizando estudios y análisis moleculares que nos indiquen que, efectivamente, son olivos diferentes a cualquier otro que conocemos. Una vez superada esa frase de crecimiento, tocaría reintroducir en el mercado esas variedades.

-¿Cuentan con apoyo?

-Es un proyecto que llama la atención, por eso hace un año la fundación Juana de Vega se puso en contacto con nosotros para darnos ayuda económica. Ahora estamos pendientes de optar a una ayuda de la Xunta que nos permitiera continuar con la investigación, junto a la fundación mentada.

-¿Cuántas razas de olivo autóctono tienen en su haber?

-No voy a dar una cifra exacta, debido a que aún estamos comprobando algunas cosas, pero más de media docena, entre 8 y 10. Son árboles muy antiguos y que los estudios han demostrado que no hay nada similar a ellos, por lo que estamos ante un olivo autóctono no registrado.

-¿Ya se había estudiado el tema?

-Se había iniciado. Se conocen cepas como la brava y la mansa gallega, pero ahora estamos descubriendo muchas más.

-¿En dónde crecen los olivos autóctonos?

-Principalmente en las provincias de Pontevedra y Ourense. Es un proceso complicado el encontrar las cepas porque pueden encontrarse en lugares marginales o que nadie le da importancia a su presencia.

-¿Corren el riesgo de perderse?

-Claro, están en vías de extinción. Son especies que desaparecerán si no las continuamos cultivando. Es más, debemos salvarlas porque siempre serán más fáciles de cultivar, al estar adaptadas a nuestro medio, que cualquier especie foránea.

-¿Qué características tienen de especiales?

-Sus hojas, su tallo, su biología... Todo. Estos olivos son únicos, y podríamos conservarlos y compararlos si logramos encontrarlos.

-¿Y qué hacen cuando dan con una posible especie local?

-La estudiamos primero in situ y tomamos determinadas muestras durante años, tales como análisis de ADN.

-Suena extraño pensar que aún quedan cosas por descubrir.

-Siempre hay. Lo bonito es que tenga una vuelta a la sociedad, y esto podría fácilmente tenerla.