El mejor porquiño lo sirve Amil

PONTEVEDRA

Amil degusta el porquiño
Amil degusta el porquiño Marcos Gago

El asado al fuego lento desde la madrugada conquista a 2.000 comensales

29 ago 2016 . Actualizado a las 01:19 h.

El equipo de asadores de Amil, bajo la supervisión de Enrique García Silva, encendió las brasas para preparar los porquiños a las cuatro de la madrugada de ayer, conscientes de que la clave del éxito de esta fiesta gastronómica reside en el cocinado a fuego lento y con esmero de este producto de primera calidad. Más de nueve horas después, unos dos mil comensales, sentados en mesas y protegidos del calor del día por una carpa, degustaron los porquiños y dieron fe del éxito de este evento culinario que se celebra todos los últimos domingos de agosto en Amil, en el municipio pontevedrés de Moraña.

García Silva supervisó la preparación de 103 porquiños á brasa en Amil. A esta cifra hay que sumar los asados que se llevaron a cabo en restaurantes y bares de todo el entorno, que los hacen a título particular. Y es que el porquiño triunfa tanto entre vecinos como visitantes, llegados de muchas partes de la provincia como, por ejemplo, un bus de A Lama.

Año tras año esta celebración mantiene su atractivo. Para preparar bien los porquiños son fundamentales el producto, -«o noso é seleccionado e manten un 80 % a raza ibérica para que conserve o seu xugo», indica García Silva- y el asado a fuego «moi lento».

El recinto de fiestas es amplio y la mañana se pasó en visitas a los puestos de venta, tomando una caña o un vino con los amigos o, en el caso de aquellos que son padres, disfrutando con los pequeños en los juegos desplegados en la carballeira o en los talleres diseñados para que los niños lo pasasen bien. Además, como buenos gallegos, la música y el baile también tienen su importancia en el programa y los jóvenes de Seixebra de Moraña actuaron para el numeroso público que se fue reuniendo según avanzaba la mañana. La oferta musical incluyó también a los grupos de gaitas Chinguilipe de Moraña y Airiños da Fracha de Ponte Caldelas.

En torno a las dos de la tarde la organización, a cargo de la Asociación Gastronómica Cultural da Amil, se ocupó del sorteo de lotes entre los asistentes y los comensales ocuparon las mesas, en una jornada festiva que se alargó hasta la noche.