La familia de Sonia únicamente espera «un milagro» en el sexto aniversario de su desaparición

Alfredo López Penide
L. penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Los actos programados para que esta desaparición no caiga en el olvido se celebrarán el día 24 para no coincidir con las fiestas de A Peregrina

18 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Seguimos exactamente igual que hace un año, pero con un año más encima». Maricarmen Iglesias, hermana de Sonia, la pontevedresa desaparecida tal día como hoy pero de hace seis años, dejó entrever que el caso está estancado, que no ha avanzado nada en todo este tiempo.

De hecho, confesó que, a día de hoy, la familia solo espera que «haya un milagro y que aparezca algo» que pueda echar algo de luz sobre lo que le ocurrió a su hermana el 18 de agosto del 2012. En este sentido, asume que «cuanto más tiempo pasa es peor y menos esperanzas tenemos de que aparezca algo».

Pese a que hoy se cumple el sexto aniversario de la desaparición de la pontevedresa, los actos programados para que lo ocurrido no caiga en el olvido se han aplazado al próximo miércoles, 24 de agosto. De este modo, se evita que coincidan con las fiestas de A Peregrina, ya que esa noche está programado un concierto de Los Tres Soles del Paraguay en la plaza de A Ferrería. Como se ha venido celebrando en anteriores citas, a las nueve y media de la noche se ha convocado una concentración en este céntrico punto para, acto seguido, salir en manifestación por las principales calles del casco urbano.

Al igual que ocurrió en el 2015, esta movilización estará marcada por el archivo de la causa judicial abierta en su día. Fue en abril del 2015 cuando los magistrados de la Audiencia corroboraron la decisión adoptada por la jueza de violencia sobre la mujer al considerar que no existían indicios de los que se pudiese extraer la existencia de un autor concreto de la desaparición. El dictamen conllevó, asimismo, la retirada de la imputación que pesaba sobre el compañero sentimental de la pontevedresa desde que se le tomó declaración en julio del 2012.

Los mismos magistrados descartaron someter al pontevedrés al test de la verdad. Ya no solo porque consideren que se podrían vulnerar sus derechos, es que concluyen que el objetivo no sería tratar de averiguar el paradero de Sonia Iglesias, sino investigar su conducta.

La pontevedresa desapareció después de haber acudido a un zapatero de Arzobispo Malvar, si bien la voz de alarma la dieron sus compañeros de trabajo cuando comprobaron que el tiempo pasaba y la pontevedresa no se presentaba. A partir de entonces se abrieron múltiples vías de investigación, se siguieron innumerables pistas, pero nunca se sacó nada en claro.

Ni rastro. Pese a que judicialmente la causa está cerrada provisionalmente, desde la Policía Nacional han venido manteniendo siempre que es una circunstancia que, a nivel policial, no les afecta, que la investigación sigue viva como el primer día y que no bajarán los brazos hasta esclarecerla.