Operarios municipales intentaron sin éxito rescatar una original obra de Francisco Leiro
22 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.El río Lérez ha protagonizado centenares de momentos de tensión a lo largo de su historia, pero pocas tan curiosas como las que protagonizó hace diecisiete años. Lo que el buzo encargado de la misión tenía encomendado no pretendía resolver ninguna tragedia personal. Más bien artística.
La imprudencia de varios piragüistas había arruinado hacía apenas cuatro días la sala de estar flotante que el prestigioso arquitecto Francisco Leiro había instalado en pleno caudal pontevedrés. Saavedra era el nombre de un complejo escultórico que incluía un sillón, compuesto por dos piezas de granito, que se desprendió de la estructura.
Una grúa logró sacar a flote una de estas piedras, pero la dificultad para extraer del fango la segunda figura obligó a los responsables a suspender su búsqueda. Entre otras cosas, porque el fango enturbiaba el Lérez.