El veto a dos mociones del PP en la Diputación anticipa el choque por el nuevo reglamento

Lars Christian Casares Berg
ch. casares PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Los populares querían que se abordase la limpieza de playas y el futuro del centro de discapacitados de Valga

23 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El anuncio del cambio del reglamento de funcionamiento de la Diputación de Pontevedra por parte del grupo de gobierno (PSOE-BNG) ya cayó como un jarro de agua fría en la oposición del Partido Popular, bancadas que comparten con SON, las siglas de las mareas en la Diputación de Pontevedra. Pero ayer, el PP anticipó que la aplicación del nuevo reglamento no será de su agrado, toda vez que, antes de entrar en funcionamiento, ya ha supuesto el veto a dos mociones de los populares. Según denunciaron ayer los portavoces del PP, Nidia Arévalo y Ángel Moldes, de la convocatoria del próximo pleno «desaparecen dúas mocións deste grupo». Se trata de dos mociones, asegura el PP «de moito interese e en positivo». La primera se refiere a la petición de varios alcaldes de la provincia para que se mantenga el apoyo de la Diputación a la limpieza de playas en las Rías Baixas, un servicio suprimido al entender la nueva Diputación que no está entre sus competencias y que la actividad ya se sufraga con cargo a otras subvenciones que aporta la institución provincial a los concellos. La otra es la referida al apoyo de la Diputación «ao centro de discapacitados de Valga».

Según el PP, la supresión de estas mociones «denota que lles disgusta que traballemos». Los diputados populares ven en la medida, cuya legalidad no cuestionan, un afán de la presidenta de la institución, Carmela Silva, por recortar el debate y la libertad de movimientos y labor fiscalizadora de la oposición, llegando incluso a tildar a Silva de «dictatorial».

La Diputación anunció un cambio en el reglamento de la institución para fijar los tiempos y el número de intervenciones de los diputados ante lo que consideran una actitud de estímulo, desde la oposición, a actitudes que acaben por boicotear los plenos, en referencia a la presencia en el salón de plenos de colectivos afectados por las mociones del PP que acaban, en ocasiones, por obligar a suspender las sesiones.

Sin embargo, para el PP se trata solo de un afán del nuevo gobierno por coartar la libertad de expresión y el sano debate democrático. Apelan asimismo al espíritu de debate que había durante la anterior presidencia, de Rafael Louzán, cuando no se suspendían los plenos pese a protestas como la de los preferentistas.