Cuatro golpes de pincel para recrear el mundo

marina santaló O GROVE / LA VOZ

PONTEVEDRA

cedida

Los Besada mezclan su pasión por la pintura y su tierra en una exposición que recoge vidas y paisajes cotidianos. Carlos Álvarez Besada, José Miguel Besada Costa, Nano Besada Costa y José Miguel Besada Fernández (fallecido) exponen juntos por primera vez

18 jun 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Resulta complicado precisar cuál de las pasiones de la familia Besada sobresale con más ímpetu. La vena artística que comparten o el apego por su tierra, O Grove, de la que se han convertido en unos innegables mecenas. Una mezcla perfecta para cumplir con el objetivo del Club Náutico de San Vicente: homenajear a la tierra de los mecos a través de una exposición de pintura. Carlos Álvarez Besada, José Miguel Besada Costa, los hermanos José Miguel Besada Costa y Nano Besada Costa y el fallecido José Miguel Besada Fernández compartirán sus distintas percepciones de O Grove a través de sus cuadros. Su paisajes, sus embarcaciones, sus gentes, en definitiva, su vida, ocuparán un espacio que, cada verano, se mantiene como referente entre los amantes de los conciertos. Desde el realismo «más relamido y detallista» de José Miguel Besada Fernández, hasta el realismo mágico, más fresco, de Carlos Álvarez, el más joven de los cuatro y el único que se dedica al arte de forma profesional.

Una exposición que, además, se convierte en la primera que realizan juntos. «Nos pareció muy interesante. Van pasando los años y nunca habíamos hecho algo así para mostrar nuestras pinturas», explica Carlos Álvarez. Desde hace cuatro años es propietario de la única galería de arte de O Grove y, tras varias muestras colectivas en diversos lugares, el año pasado hizo su primera exposición individual en el casino de A Toxa. Óleos, acuarelas y dibujos de diferentes técnicas conforman sus trabajos, a lo que pronto sumará su iniciación en escultura. Para la ocasión, que tilda de «celebración», tuvo que ponerse manos a la obra. Por fortuna, tal y como se apresura a decir, la aventura con la galería fue una buena apuesta y tuvo que aprovechar el último mes para dibujar por la falta de stock. Ocho acuarelas en las que los barcos clásicos que compiten en la regata anual en San Vicente cobran el protagonismo compondrán su parte de la exposición. «Me apoyé en las fotografías que fui haciendo en diferentes ediciones», explica.

José Miguel Besada, primo de Carlos, pinta desde su infancia y, aunque no lo hace de forma profesional, tiene varias exposiciones y premios a sus espaldas. Los paisajes son su punto fuerte. Ilustró, además, diversos libros y revistas y, en su trabajo como profesor, impartió Plástica en el colegio Rosalía de Castro. Su hermano, Nano Besada, también jubilado, fue al último que le picó la pasión por la pintura. Le faltaban alrededor de diez años para retirarse como profesional de comercio cuando cogió la brocha y sorprendió a sus allegados con sus retratos a lápiz. José Miguel Besada Fernández, por su parte, dedicó su vida a la afición artística. La elección de sus obras fue la más complicada. «Acudimos los tres y descubrimos un buen número de trabajos a bolígrafo que nunca se expusieron», relata Carlos Álvarez. El homenaje a su persona y su obra es, para ellos, uno de los grandes atractivos de la exposición.

Serán los cuatro grandes protagonistas pero nos los únicos. La inquietud cultural de la familia es bien conocida en O Grove y el historiador Francisco Meis, que investiga la trayectoria del concello y de un grupo de familias conocidas, inaugurará hoy la exposición con unas palabras sobre los Besada. Ineludible será la mención a José Besada Domínguez (1882/1971). Segundo alcalde de la república en O Grove, fue una persona muy dinámica e involucrada con la actividad cultural, inaugurando en 1921 el cine mudo al que llamó Salón Quiroga, en honor al violinista pontevedrés del que era admirador y seguidor. «Todavía no había luz eléctrica en el pueblo y tuvo que montar un grupo electrógeno», explican sus familiares. A través de un motor de combustión interno logró, así, ponerlo en marcha hasta la reforma y ampliación del local en 1926. Pasaron por allí cupletistas, duetos cómicos, zarzuelas, teatro, músicos y bailes. El cine sonoro llegó, al llamado Teatro Besada, en 1934, cerrando en 1976. Besada Domínguez fue también músico, compositor y director de banda. Inquietud por una vida que, hoy, pintan sus descendientes.

A las palabras de Francisco Meis, proseguirán las de Almudena Álvarez, propietaria de una tienda de Sargadelos en O Grove. Será la encargada de la presentación oficial de la exposición, que podrá visitarse hasta el 15 de julio en San Vicente.

Óleos, acuarelas y dibujos de diferentes técnicas conforman la exposición