César Mosquera: «Non produce máis molestias que uns contenedores normais»

PONTEVEDRA

17 mar 2016 . Actualizado a las 11:38 h.

Han logrado que los vecinos de sus municipios suscriban un formulario en el que se comprometen a hacer compost con la basura que generan en sus casas. Sin ese compromiso, nunca se instalarán composteros en sus municipios, es un requisito que impone la Diputación para participar en el programa. Y ayer fueron los representantes políticos de los municipios que están dispuestos a participar en él, y que han logrado el compromiso de sus vecinos, a ver sobre el terreno a qué se habían comprometido exactamente.

Los composteros que ya funcionan en el complejo de Príncipe Felipe, donde se procesan los restos de los comedores escolares que allí prestan servicio y los de la escuela de hostelería Carlos Oroza, que, además, utilizará el propio abono producido para cultivar un huerto ecológico, son un modelo casi exacto al que funcionará después en una veintena de municipios de la provincia.

Se busca cerrar el círculo lo más próximo posible a donde se produce el residuo, suprimiendo transporte y tratamiento a gran escala, según explicó ayer el vicepresidente de la Diputación, César Mosquera (BNG), a los representantes locales. Así se podrán ahorrar costes para los concellos, que ven cómo la gestión de basuras es una de sus principales cuentas deficitarias, al ingresar menos por los recibos de lo que les cuesta luego deshacerse de la basura enviándola a Sogama.

Con el sistema del compostaje se busca precisamente acabar con buena parte del coste, el que consume tratar restos orgánicos, eminentemente restos de comida que se generan en las casas, y que suponen el 40 % del total actual. Ahora se transportan y se queman. La alternativa es convertirlos en abono, cerca de casa y sin olores, como insistieron ayer durante la visita de los alcaldes, que pudieron ver cómo se hace el proceso. «A compostaxe comunitaria é viable e non produce máis molestias que uns contentores normais», dijo Mosquera.