Diez años sin el «embajador» del municipio

Cristina Barral Diéguez
cristina barral CALDAS / LA VOZ

PONTEVEDRA

José Luis Goldar Díaz, ayer, con una foto de su padre en la taberna O Muíño de Caldas, situada a orillas del río Umia.
José Luis Goldar Díaz, ayer, con una foto de su padre en la taberna O Muíño de Caldas, situada a orillas del río Umia. ramón leiro< / span>

José Luis Goldar García gestionó el local pegado al río Umia treinta años y su testigo fue recogido por su hijo

30 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Tal día como hoy de hace diez años, Caldas de Reis perdía a su embajador. José Luis Goldar García, Luis do Muíño, fallecía a los 61 años víctima de un cáncer. Este leonés de nacimiento -vino al mundo en Valdeteja, en los Picos de Europa- que fue criado en A Estrada, había estado al frente de la taberna O Muíño desde 1975, diez años después de su apertura.

La huella que dejó este maestro de profesión sigue viva en las paredes de este local pegado al río Umia y en la memoria de muchos caldenses. Algunas personas que lo trataron lo definieron ayer como un hombre «peculiar», que era «muy de Manuel Fraga» y que compartió «comidas célebres» con el cura de Setecoros «en las que pasó de todo». Las anécdotas darían para escribir un libro o varios, pero todos los consultados por La Voz coincidieron en resaltar la faceta de Luis do Muíño como promotor de la villa termal y su primer embajador. Durante 16 años fue patrono de la Fundación Amigos de Galicia, entidad que le rindió un homenaje póstumo dos meses después de su muerte. El exregidor socialista José María Tobío desveló en aquel acto en el Auditorio que cuando llegó a la alcaldía, la primera persona que la ofreció ayuda para organizar las fiestas patronales de agosto fue José Luis Goldar.

Su hijo, José Luis Goldar Díaz, recogió el testigo de su padre. Las riadas de principios de este enero, que volvieron a anegar el negocio, lo mantienen algo bajo de ánimo: «La cosa ya no está muy bien y ahora esto». Pero tras la llamada de este periódico no quiso faltar a este pequeño tributo a su padre. La taberna O Muíño, que era un antiguo molino -se conservan escrituras de 1780-, se fundó un martes de carnaval de 1965 por siete socios.

«De aquellos siete socios, hoy en día solo vive uno, Moncho Camiña», comenta José Luis Goldar Díaz. Recuerda que la taberna empezó siendo un lugar de encuentro de unos amigos para tomar un vino y hacer alguna comida. «Después solo se servía vino ribeiro y país y algunas tapas, como oreja, pulpo, chorizo asado, queso, empanada de maíz y sardinas», relata. Hoy la carta es mucho más amplia. «Hay vinos de distintas zonas de Galicia y de España y en las tapas se pueden degustar zamburiñas, navajas, choquitos, lágrima de ibérico, berberechos o zorza, entre otras», enumera el hostelero.

Arreglar o tratar negocios

O Muíño era y es, desde luego, mucho más que un bar. «No fue solo un lugar de encuentro para tomar unos vinos, sino también para arreglar o tratar negocios o asuntos de todo tipo», cuenta el empresario. En O Muíño se podía encontrar al médico, al alcalde, a abogados, al veterinario y hasta al cura, pone como ejemplo.

Personalidades del mundo de la política, el deporte o la interpretación conocieron la taberna. La relación es amplia y de algunos hay imágenes colgadas de las paredes. Fraga, Felipe González, Julio Anguita o Adolfo Suárez; Alfredo Landa o Sancho Gracia, o el futbolista Luis Suárez pasaron por allí. En O Muíño también se rodó una película -Más allá del río Miño- y el primer anuncio de la guía Campsa que hizo Camilo José Cela.

De su padre recuerda que llevaba el nombre de Caldas «allá donde iba». Pero José Luis también tiene palabras para el personal que fue historia de la casa: Andrés el Legionario (primer camarero), don Julio o Carceleiro (primer cocinero) o Churruca (encargado de venderles el vino hasta su jubilación). Además de cocinero del local, José Luis Goldar García organizó durante muchos años el Enterro da Sardiña.

O Muíño es referencia obligada para los miles de peregrinos que cruzan Caldas haciendo el Camino portugués a Santiago. También para los turistas. A pesar de las malas jugadas del Umia, su terraza es un privilegio del que se puede disfrutar en primavera y verano. A la hora de hablar de anécdotas, José Luis Goldar hijo recurre, desde el respeto, a una: «A la gente le pasa y a mí también me ha pasado dos veces. Cuando te preguntan fuera de dónde eres y dices de Caldas, te contestan ??Ahí estuve yo en una taberna al lado del río??. Se conoce casi más por O Muíño que por las aguas termales».

reportaje el recuerdo del hostelero de la taberna o muíño sigue vivo

Siete socios fundaron el local, que era un antiguo molino,un martes de carnaval de 1965

Felipe González, Adolfo Suárez, Alfredo Landa

o Sancho Gracia

pasaron por allí