Príncipe Felipe será un banco de pruebas para el compostaje con una planta propia

PONTEVEDRA

Los restos de comida del CIFP Carlos Oroza irán directivamente a una instalación que los separará

25 dic 2015 . Actualizado a las 12:34 h.

Un tubo saliendo directamente de las cocinas de la Escuela de Hostelería Carlos Oroza hacia un procesador dinámico de compostaje. Toda una miniplanta. Y una isla de composteros tradicionales capaz de tratar los residuos que generarían unas sesenta viviendas. Príncipe Felipe se convertirá en el primer banco de pruebas para ver sobre el terreno cómo funciona el proceso de conversión de la basura orgánica en abono. Los restos de comida de la escuela de hostelería irán directamente a una miniplanta capaz de recibirlos por un lado y echarlos por el otro, tras un proceso, ya convertidos en abono.

Si funciona -estará en pruebas hasta abril-, la Diputación se plantea adquirir una. Su coste es de unos veinte mil euros. El otro sistema, el de los contenedores donde se va haciendo el proceso manualmente, podrá procesar unos cien kilos al día, el equivalente a otras tantas viviendas. Se tratarán los restos de Príncipe Felipe, de sus cafeterías, guarderías e incluso los de algún otro centro educativo cercano. Se empleará en todo el proceso también los restos de poda del recinto. Y se encargarán del procesado los aspirantes a técnicos que han pasado el examen y que se formarán allí, en las instalaciones de Príncipe Felipe.

El objetivo de la propuesta es, según explicó ayer el vicepresidente de la Diputación de Pontevedra, hacer de la ciudad infantil una isla autónoma capaza de tratar sus propios residuos orgánicos.