La firma del contrato para la planta de compost no despeja las incógnitas

Serxio Barral Álvarez
serxio barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El presidente de los comuneros, José Luis Parada, firmó con el alcalde el contrato de alquiler.
El presidente de los comuneros, José Luis Parada, firmó con el alcalde el contrato de alquiler. Paula fariña< / span>

Lores prevé que funcione en el 2017, aunque aún no hay ni proyecto ni financiación

11 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), firmó ayer con la comunidad de montes de A Canicouva el contrato de alquiler de diez hectáreas de terrenos para la ubicación de una planta de compost. Lores aseguró que Pontevedra «tamén quere estar na vangarda no tratamento do lixo», pero admitió que, aun con el contrato en vigor, queda mucho trabajo por delante para hacer realidad la planta. No obstante, insistió en que «existe vontade política e xa temos terreos, polo que mantemos o ano 2017 como horizonte para a entrada en funcionamento da planta».

¿A qué obliga el contrato firmado ayer?

El  Concello alquila a la comunidad de montes un terreno de cien mil metros cuadrados (10 hectáreas) por un período de 30 años a razón de 2.000 euros anuales por hectárea. El Concello pagará ese fijo de 20.000 euros anuales más un variable de 0,40 euros por tonelada de basura tratada. El primer pago se hará en diciembre del 2016, ya que se paga a año vencido. Además, el Concello financiará trabajos de mantenimiento de otras 15 hectáreas de monte propiedad de los comuneros. Si en dos años no se inician las obras de la planta de compost, los terrenos volverán a manos de la comunidad de montes.

¿Qué opinan los comuneros?

Lo primero, que el proceso ha sido demasiado largo, ya que la decisión de ceder los terrenos se adoptó hace casi un año. El secretario de la comunidad de montes, José Carlos Portela, señaló ayer que «nós apostamos pola rendibilidade do monte, polo que este acordo é bo para a parroquia e alégranos que chegue a bo porto».

¿Quién financiará la construcción de la planta de compost?

Es una de las principales incógnitas -si no la que más- que aún están por resolver. Puede ser que la afronte el Concello en solitario, que lo haga en colaboración con la Diputación o incluso que se construya con financiación privada a cargo de alguna empresa que se haga con su explotación. Lores aseguró ayer que la Diputación «vai participar dalgunha maneira, pero non está decidido aínda como».

¿Existe un proyecto o un estudio de viabilidad de la futura planta?

No. El alcalde aseguró el primer paso «fundamental» era contar con los terrenos, y que solventado este ahora será el momento de definir como será la planta. Es decir, el sistema que utilizará, sus dimensiones o qué capacidad de tratamiento tendrá. Sí existe un estudio de viabilidad elaborado por la Diputación, pero Lores señaló que es «moi xenérico». En el mismo se subraya que «coa tecnoloxía existente e cunha explotación adecuada non son previsibles impactos destacables no entorno», o que puede llegar a generar en torno a una quincena de empleos directos. Lores señaló ayer que ahora hay que elaborar un estudio específico para la planta que se construya en A Canicouva. «Estamos vendo como facer as cousas -apuntó el alcalde-. Imos por diante, non copiamos a ninguén e iso ten os seus riscos, por iso queremos facelo ben».

¿Qué pasará con el actual sistema de recogida?

El contrato del Concello con la empresa concesionaria del servicio, Ferrovial Servicios (antes Cespa), acaba a mediados del 2017. El contrato data de 1999 y se prorrogó en el 2014 por tres años más. Está previsto que antes de la finalización se redacte una nueva ordenanza reguladora del servicio y que el pliego de condiciones del nuevo contrato incluya la previsión de que con la planta en funcionamiento, los restos orgánicos se trasladen a la misma y no se envíen a Sogama.

¿Cambiarán en algo los hábitos de los pontevedreses ?

Con toda seguridad. Lores señaló que será necesaria «unha colaboración exquisita dos cidadáns, porque a separación en orixe será clave». Es seguro que al menos se incorporará un nuevo contenedor a las calles exclusivo para restos orgánicos, y que habrá composteros comunitarios en el rural y en barrios del extrarradio. También se fomentarán los composteros individuales en el rural. «Temos que buscar un método economicamente viable e que sexa factible para os cidadáns», apuntó. Por ello el Concello prevé iniciar en breve campañas de concienciación, así como poner en marcha experiencias piloto por barrios. Ese trabajo se llevará a cabo al mismo tiempo que se elaboran los proyectos de la planta.