Las carmuchas reinan entre las fofuchas

Elena Larriba García
Elena larriba PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

María José González dedica gran parte de su tiempo a confeccionar muñecas por encargo.
María José González dedica gran parte de su tiempo a confeccionar muñecas por encargo. capotillo< / span>

María José González es experta en muñecas de goma Eva personalizadas y le llueven los encargos

10 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

María José González Barcala es una pontevedresa a la que siempre le han entusiasmado las manualidades. Empezó haciendo casas de muñecas y amueblándolas, como una de estilo victoriano que ella misma diseñó, desde su estructura hasta el más mínimo detalle, y con la que ha ganado premios en Modelama, la muestra de maquetas que hasta hace unos años era una cita clásica de las Navidades vilagarcianas. Es maestra y durante once años regentó la Ludoteca Cocos, en la pasarela de Loureiro Crespo, donde enseñó a centenares de niños a desarrollar su creatividad. Es también una experta en dioramas y miniaturas, y de un tiempo a esta parte ha hecho del moldeado de la goma Eva - material termoplástico también conocido como foamy- un arte.

Su especialidad son las fofuchas, pequeñas muñecas elaboradas completamente a mano y personalizadas, con unos detalles y unos coloridos únicos. «Comencé con esto de casualidad, a partir de un pique con mi amiga Paloma, a la que también le encantan las manualidades. Unas Navidades, cada una en su casa, las dos estábamos trabajando en lo mismo sin saberlo». El resultado fue que le llovieron los encargos: novios para bodas, niños de comunión, alumnos que querían agasajar a un profesor, regalos de cumpleaños, jubilaciones de profesionales de todos los ámbitos. Lo que la lanzó fue el boca a boca y las redes sociales también ayudaron. Dispone de un blog, Carmuchas Artesanía, y en Facebook suele colgar sus trabajos.

María José dedica gran parte de su tiempo a realizar estas muñecas personalizadas. Son conocidas como fofuchas por su origen brasileño, pero ella a las suyas las ha rebautizado como carmuchas, «porque es más nuestro».

Aunque son muy populares, todavía hay gente que las desconoce. «Fofu qué?». Cada muñeca es única y ha hecho cientos de ellas. Una de las últimas que le encargaron y de la que se siente más orgullosa es la de una pareja, a la que representó en una Vespa, que era lo que más la identifica. Igual que la de una boda en la que el novio iba vestido de gaiteiro. «Hacer muñecos con el traje tradicional gallego era algo que me apetecía mucho y la verdad es que quedó muy bien».

Para hacer una fofucha o carmucha lo primero que tiene que tener claro es la persona a la que va dirigida o pretende representar. «No solo su profesión, sino también su color de pelo, de ojos, su forma de vestir». Por eso suele pedir una foto, para asemejar la muñeca lo más posible. «La cuestión es intentar que cuando la vean digan: ¡Anda, pero si hasta se parece». No obstante, María José aclara que los rasgos de la cara son inimitables en una bola de porexpán, que es de lo que están hechas las cabezas.

El modelado

Además de la goma EVA, palos de brocheta, alambres para darle movilidad, silicona, pegamento... son los materiales básicos que utiliza para elaborar las muñecas a partir de unos patrones. El foamy lo modela con la plancha o con secadores de mano cuando hay que hacer rizos en el pelo, por ejemplo. «Hasta el palo de una escoba me sirve para darle forma», explica.

Las dimensiones varían. Suelen medir entre 25 y 30 centímetros, y dependiendo de la dificultad y de las filigranas y complementos que lleven, tarda entre uno y cinco días en realizarlas. «Se pueden hacer en menos tiempo, pero es un estrés que termina mal», apunta esta artesana. Las fofuchas no necesitan un cuidado especial. «Son lavables y si te descuidas y cogen mucho polvo, hasta le puedes dar una ducha de agua fría».

María José ha hecho en goma Eva a jugadores de todos los equipos de fútbol, a abogados y magistrados, a ingenieros, a enfermeras y celadores del Hospital Montecelo, a cocineros... No hay profesión o actividad que se le resista para sorprender tanto a niños como a mayores.

Sus carmuchas han sido expuestas en más de una ocasión en el Casino Mercantil y en el Bar Savoy e incluso han viajado con ellas a la Feria de Córdoba, a donde se llevó muñecas vestidas de faralaes y a todos los jugadores del club de fútbol cordobés, que tuvieron mucho éxito.

María José González es maestra y tuvo durante muchos años la Ludoteca Cocos, donde enseñó a centenares de niños a desarrollar su creatividad

Las fofuchas son muñecas de origen brasileño que María José ha personalizado y rebautizado como carmuchas «porque es algo más nuestro», dice