
La indolencia cambadesa permitió en la segunda parte irse a 88 puntos a un Lucentum con un promedio hasta ayer de 66,4
07 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Cabían muchas posibilidades de que el Xuven Cambados volviese ayer de su visita al Fundación Lucentum con una derrota. Los hombres de Miguel Ángel Hoyo jugaban ante uno de los más sólidos candidatos al título y el ascenso directo a la LEB Oro, en un pabellón, el Pedro Ferrándiz de Alicante, convertido en la presente campaña en bastión inexpugnable en las cuatro comparecencias ligueras precedentes del conjunto levantino en su parquet. Cabían muchas posibilidades de que el cuadro arousano se pegase en vano la panzada de kilómetros que se metió para cumplir con su compromiso de la décima jornada de Liga de la LEB Plata para caer doblegado ante la conocida tela de araña del técnico local, Kuko Cruza, en un partido ajustado a la mayor conveniencia del equipo menos anotador del campeonato, hasta ayer con un promedio de 66,4 puntos por encuentro. Pero lo que a buen seguro nadie sería capaz de imaginar era ver al Xuven morder el polvo ante un Fundación Lucentum desatado, elevando el marcador hasta un 88-79.
La endeblez defensiva, un mal que amenaza con matar de anemia al equipo de Miguel Ángel Hoyo, le volvió a costar ayer la que es su séptima derrota liguera, y que lo sitúa empatado a 3-7 con el sorprendente penúltimo clasificado, un Zornotza que ocupa provisionalmente la segunda y última plaza de descenso.
El desarrollo del primer cuarto poco hacía presagiar lo que sucedería después. El Lucentum conseguía imponer su baloncesto de papel secante. Y sin embargo, pese al 12-16 con el que concluyó el primer acto, fue este en el que mayor rendimiento logró mostrar el Xuven. Compensando su manifiesta inferioridad en el rebote (13 el equipo local por 6 el gallego, 37-20 al final del partido) con su mayor pericia en los robos de balones (1-4) y la gestión de sus pérdidas (7-2). La segunda falta personal de Alberto Rodríguez se sumaba como factor a corregir tras disfrutar de la que a la postre sería la máxima ventaja amarilla del día tras triple de Sergi Quintela (9-16, min 9).
Los de Hoyo detuvieron la sangría reboteadora en el segundo cuarto. Y aunque el Lucentum conseguía imponer la alternancia en el electrónico de la mano de Aramburu y Martínez, con hasta seis empates, el partido variaba de guion, con un parcial de 28-24 y un 40-40 al descanso que dibujaba un escenario nuevo, el de un enfrentamiento a tumba abierta.
El parcial de 6-0 en los dos primeros minutos de la reanudación marcaron el inicio del fin del Xuven, que ya no volvería a ponerse por delante. Otro parcial, esta vez de 7-0 en 46 segundos en el tramo final del tercer cuarto, acabaría con la débil confianza de los arousanos, aún con un asequible 70-62 por delante.
Un nuevo 6-0 de salida en el último acto (76-62) convertía los últimos 6 minutos y 44 segundos en un nuevo spot de ese equipo empequeñecido en el que se transforma el Xuven cuando lo obligan a ir en el asiento de atrás.
Para ver las estadísticas, pinchar aquí.