La proximidad de las elecciones, sumado al establecimiento del nivel 4 de alerta por riesgo de atentados terroristas, es una de las preocupaciones del coronel Estévez Lara. Pero no la única. Ahí está la lucha contra los delitos que se cometen a través de Internet, especialmente todo lo relativo a la pornografía infantil, -«otra de las inquietudes de policía judicial»-, o la erradicación de la droga en entornos escolares, en lo que «estamos muy sensibilizados».
-Siempre que se habla de delincuencia, Pontevedra se suele asociar con el narcotráfico. ¿Es una percepción que se puede llegar a cambiar?
-Ya llevamos muchos años con este tema y antes con el contrabando de tabaco y su posterior transición a hachís, cocaína y heroína. No cabe duda de que no podemos ponernos una venda en los ojos. Galicia, y especialmente las Rías Baixas, han sido un sitio de grandes organizaciones delictivas relacionadas con el tráfico de drogas. Aunque los diferentes cuerpos policiales, con sus unidades específicas, están atacando las infraestructuras logísticas, golpean en los países de origen, se abordan embarcaciones, se ha reforzado el control en los puertos de Marín, Vilagarcía y Vigo para evitar la entrada de estupefacientes en contenedores... es algo que siempre está ahí. La infraestructura que han tenido aquí va a costar trabajo erradicarla del todo. Una de las prioridades de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado es, en el caso de Galicia, el tráfico de drogas. Aunque los métodos de introducción puedan tener ligeras variaciones, nos encontramos en una zona sensible. Estamos para evitar y ponérselo difícil a todas las personas que estén relacionadas con el narcotráfico o el blanqueo de capitales. Trabajamos muy estrechamente con la Fiscalía.
-¿Está funcionando el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior?
-El SIVE está funcionando. No es una zona como el Estrecho, donde tenemos una proximidad inmediata a la costa. Ha sido un sistema pionero en Galicia. Está operativo desde la isla de Sálvora hasta la desembocadura del Miño y puntualmente es un refuerzo a las unidades de control de barcos que sean sospechosos, sin olvidar el posible apoyo a servicios humanitarios. Es operativo y es preventivo. No podemos enseñar demasiado nuestras cartas. Los malos no saben muy bien lo que vemos, ni cuando lo vemos.
-¿Y si hablamos de seguridad vial?
-Este año hemos tenido, en comparación con el mismo período del 2014, menos accidentes, aunque ha habido un ligero repunte de fallecidos. Es una garantía para la inmensa mayoría de las personas que a las cuatro de la mañana haya un control de alcoholemia, porque si vas como tienes que ir no tienes que temer absolutamente nada. Estamos en una provincia con cerca de un millón de habitantes, población que se incrementa considerablemente en verano, y hay muchas zonas de ocio, por lo que hay que estar encima. El subsector de Pontevedra está trabajando muy bien y, en determinadas ocasiones, unidades de seguridad ciudadana están en las carreteras secundarias, donde mayor índice de accidentes se producen, apoyando a los compañeros de Tráfico.
-¿Qué siente cuando escucha que son medidas para recaudar?
-Eso no tiene ni pies, ni cabeza. El guardia civil, especialmente los compañeros de Tráfico, cuando salen de servicio, no salen a recaudar, salen a prestar un servicio, a procurar que no haya accidentes, a hacer auxilios, que es algo que, en ocasiones, se olvida. Muchas veces es la propia población la que agradece y la que quiere la presencia de la Guardia Civil para evitar que haya locos que atraviesen una travesía a una velocidad desorbitada. No cobran más los guardias por poner más o menos denuncias. Es una leyenda y parece que vamos a comisión. Es totalmente falso.