La exposición El Ártico se rompe, de La Caixa, se inauguró ayer en la plaza de España
19 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Es tan realista, a la vez que ilustrativa, que habrá quien sienta la inclinación de abrigarse al acceder a la exposición El Ártico se rompe, instalada por la Obra Social La Caixa en la praza de España e inaugurada ayer por el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores y el director de Área de CaixaBank en Galicia, Manuel Márquez. La finalidad de esta muestra, comisariada por Toni Pou, es dar a conocer el importantísimo papel de los ecosistemas del Polo Norte y concienciar a la población mundial sobre la necesidad de su conservación. Este objetivo se consigue con más de una centenar de fotografías de Andoni Canela, que ha viajado a Groenlandia, Alaska, Canadá, Svalbard, Islandia, Rusia y Laponia para transmitir la delicada situación de la región ártica. A recrear esa realidad contribuyen vídeos, maquetas, paneles interactivos, utensilios y ropajes de los inuit y muestras de flora y de fauna que forman parte de la exposición.
Cambio climático
Las altas temperaturas de los últimos veranos han acelerado el deshielo superficial del Ártico. «Las fracturas de icebergs no hacen más que evidenciar los síntomas del proceso de transformación de una de las zonas más sensibles de la Tierra. Y estos cambios, que están desencadenando una aceleración del cambio climático, afectarán a todo el planeta», se explica en la exposición. Un exclusivo e innovador espacio creado especialmente para la muestra simula un paseo entre icebergs. Las piezas e imágenes están dispuestas sobre paredes irregulares y geométricas recuerdan las paredes de hielo y juegan con sus numerosas gradaciones de blancos y azules. En los audiovisuales se explican qué es ese maravilloso espectáculo de la aurora boreal, las diversas clases de hielos o cómo se deshacen los casquetes polares. Hasta es posible observar la piel negra que se esconde debajo del pelo blanco de un oso polar. También líquenes y plantas carnívoras, que al parecer hay muchas en el Ártico. Un conjunto de piezas procedentes de Nunavut (Canadá) y el norte de Alaska nos acercan a la vida y cultura de sus habitantes y los visitantes incluso pueden escuchar un cuento inuit-yupik y música sami, sintiéndose todavía más inmersos en la extraordinaria región ártica.