El titánico reto de Juan

Nieves D. Amil
nieves d. amil PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El tirador olímpico entrena varios días a la semana en Cernadiñas, único campo de tiro en Pontevedra.
El tirador olímpico entrena varios días a la semana en Cernadiñas, único campo de tiro en Pontevedra.

El tirador pontevedrés Juan Saavedra, clasificado para los Juegos Paralímpicos de Río, entrena en penosas condiciones en el campo de tiro de Cernadiñas

28 jun 2020 . Actualizado a las 19:49 h.

Hace tiempo que Cernadiñas Novas no recibe un lavado de cara. Tantos años como los que lleva construido y hay que tener en cuenta que cuando pusieron su primera piedra, España aún no era democrática. Las paredes están descorchadas, las galerías de tiro sucias, el material roto, las lagartijas campan a sus anchas por el medio y el frio de las instalaciones completa un escenario en el que casi a diario se entrena el único medallista gallego de tiro olímpico. Juan Saavedra prepara en Cernadiñas, en la parroquia de Bora, las Juegos Paralímpicos de Río 2016 con el objetivo de hacer podio, pero denuncia las «lamentables» condiciones en las que tiene que entrenar. Y es que entrar en el campo de tiro es como retroceder en el tiempo. Las escaleras principales te conducen a la galería de tiro de 50 metros, en una de sus ventanas está tendido Saavedra ajustando la carabina para disparar. Afina para clavar la bala en un diámetro de 10 milímetros. Cuantas más veces entre, más puntos suma. «Complicado, pero no imposible», dice mientras se levanta para iniciar un recorrido por el campo de tiro. A su alrededor, pupitres escolares como mesas de apoyo, un reloj parado que marca las ocho menos veinte desde hace tiempo, alfombras colgadas en una barandilla para evitar el frio del suelo y bastante suciedad. No hay vestuarios ni está adaptado para discapacitados. Cuando el tirador, que ha sufrido una amputación de su brazo izquierdo, acaba de entrenar se tiene que cambiar en la misma galería donde el resto siguen disparando.

La Xunta se encarga del mantenimiento de las instalaciones, aunque acaban de firmar un convenio para ceder su gestión a la Federación Galega de Tiro. «Nosotros tenemos que hacer los remiendos que podemos y luego te los van pagando», explica Saavedra, mientras recoge el blanco para comprobar el éxito del entrenamiento. La humedad se come este espacio bajo tierra, donde malviven apilados los blancos de tiro y otros utensilios que en su momento tuvieron alguna finalidad. Ni hablar de blancos electrónicos, eso es delicatesen, aunque es el sistema oficial en las competiciones internacionales. Para eso, Saavedra tendrá que viajar a Madrid o a Logroño antes de poner rumbo a Río. «Es el único campo de tiro de toda la provincia y echa para atrás a muchos padres que quieren meter aquí a sus hijos», indica. Cada fin de semana, Juan Saavedra pasa 12 horas diarias disparando, lo que supone un gasto en balas de 170 euros el sábado y otros tantos el domingo. De la galería de 50 metros se pasa por unos pasillos de hormigón a la de veinte, en la misma situación que la anterior.

Galería de tiro

La «joya de la corona» está en la galería de aire, un edificio anexo que «parece un lugar abandonado», señala Saavedra, mientras enseña cómo está el mobiliario de la sala y los blancos donde disparan. «Ese lateral está a punto de caer y cuando llueve mucho el agua se cuela dentro», explica el tirador, que a veces es el encargado de enseñar a algún padre estas instalaciones, ya que es por donde se empieza en este deporte los más pequeños. Solo el club de tiro de Cernadiñas Novas cuenta con 800 socios, pero en las mismas instalaciones disparan también Sovito y Precisión de Vigo, que aunque no cuentan con tantos afiliados es el único campo de entrenamiento que tienen.

Juan Saavedra ya está clasificado para Río, los buenos resultados en las pruebas internacionales, concretamente en la primera Copa del Mundo de Osijek (Croacia) le dio el pase. En noviembre competirá en Estados Unidos para ir cogiendo rodaje de cara a Brasil. «No es la misma presión la de entrenar que cuando compites», explica el tirador, que quedó en cuarta posición en R5 Carabina Tendida en los Juegos Olímpicos de Atenas, mejorando el octavo puesto de Sídney. Es su titánico reto.