El jabalí arrasa plantaciones de maíz

manu otero PORTAS / LA VOZ

PONTEVEDRA

Los agricultores de la parroquia portense de Romai llevan una semana sin poder dormir tranquilos

21 ago 2015 . Actualizado a las 05:05 h.

Los agricultores de la parroquia portense de Romai llevan una semana sin poder dormir tranquilos. Cada día amanece con varias fincas de maíz arrasadas por un voraz depredador. El jabalí. «Nunha noite ten actuado en dez ou doce parcelas», lamenta un vecino de la zona.

La aparición del porco bravo está generando un gran molestar entre los vecinos del lugar. Aunque las dimensiones de las plantaciones no son muy grandes ni tienen un gran impacto económico, sí que tienen estas fincas un gran valor para sus agricultores, muchos de ellos de avanzada edad, que dedican la mayor parte de su tiempo al cuidado de estas plantas que emplean para alimentar a sus gallinas. «Cando chegamos a algunha das fincas afectadas, atopamos a moitos donos chorando polo esforzo realizado que, dun día para outro, queda estragado», relata Manuel Martínez, presidente de la sociedad de caza de Portas.

En los últimos días, señalan los cazadores que ya han visto varios jabalíes por la zona, alguno de ellos con crías, pero por el momento no pueden hacer nada contra ellos puesto que la temporada de caza no empieza hasta el 29 de agosto. Ya han salido en varias ocasiones con perros para tratar de espantarlos, pero el esfuerzo acaba siendo inútil, afirma Martínez.

El Tecor de Portas, como encargado de la gestión cinegética del coto, es el responsable de los daños que los cerdos salvajes puedan ocasionar. Para compensar los daños causados, los cazadores compran el maíz en el mercado y entregan una cantidad equivalente a la arrasada a los agricultores. «Nalgunhas fincas repetiron en tres ou catro días seguidos», puntualiza el portavoz de la sociedad que asume también las culpas que los vecinos cargan sobre el colectivo cazador como responsables del coto.

Estiman desde el Tecor que en los montes de Portas pueden habitar alrededor de una docena de porcos, buena parte de ellos con crías, y que no podrán ser capturados ni con el inicio de la temporada de caza, por lo que por el momento no existe una solución inmediata al acoso del jabalí.