El parricida de Moraña agredió hace un año a su médica de cabecera

l. penide, m. blanco PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Instituciones Penitenciarias recluye a David Oubel en la enfermería de la cárcel de A Lama y activa un protocolo para evitar que se quite la vida

03 ago 2015 . Actualizado a las 09:48 h.

David Oubel Renedo, el parricida de Moraña, era un individuo soberbio y agresivo que en el pasado ya había dejado evidencias de su compleja personalidad. A medida que avanzan los días, han ido trascendiendo más detalles sobre el hombre que el pasado viernes mató con una radial a sus dos hijas, de 4 y 9 años, en su propia casa y a sangre fría. Hace un año, Oubel agredió a su médica de cabecera en el centro de salud de la localidad pontevedresa, un incidente que está pendiente de juicio, toda vez que la víctima presentó la correspondiente denuncia.

Hay dos versiones sobre lo ocurrido aquel día. Una sostiene que el parricida intentó asfixiar a la facultativa que lo atendía, mientras que la otra asegura que agarró a su doctora por la pechera y la empujó. Al parecer, Oubel Renedo pretendía que su médica le firmase una baja. Lo que sí está confirmado es que aquel incidente no alcanzó tintes más graves por la intervención del personal sanitario y de pacientes que estaban en el centro de salud de Moraña, que intercedieron de inmediato y alertaron a la Guardia Civil.

El segundo episodio que advierte sobre el perfil violento del parricida de Moraña está incorporado en las diligencias que instruye el juzgado de Caldas que investiga las muertes de las dos pequeñas. Hace alusión a una agresión ocurrida hace tiempo de David Oubel a su ex mujer, Rocío Vieites. El individuo le puso las manos en el cuello a la que era entonces su esposa delante de varios familiares e incluso advirtió que dañaría a sus hijas, amenaza que acabó consumando.

El autor del crimen se expone ahora a la pena de prisión permanente revisable, bautizada por algunos juristas como cadena perpetua encubierta. Sería el primer caso en España, habida cuenta de que es una de las novedades de la reforma del Código Penal que entró en vigor el pasado 1 de julio. Para ello tendrá que prosperar en el juicio la petición de la Fiscalía, que considera al morañés autor de un doble asesinato por el degollamiento de sus hijas.

Entretanto, David Oubel permanece recluido en la enfermería de la cárcel de A Lama. Ahí pasará sus primeras noches en prisión. Instituciones Penintenciarias ha adoptado esta medida para realizar un seguimiento de su personalidad y determinar si tiene tendencias suicidas. El pasado viernes, de hecho, se autolesionó en las muñecas después de cometer el macabro crimen, y los agentes que entraron en la casa lo hallaron desnudo dentro de la bañera. El parricida fue trasladado en ambulancia al Hospital Montecelo, pero fue dado de alta horas después, señal de que las lesiones que se había autoinfringido no eran demasiado graves.

En cualquier caso, Instituciones Penitenciarias le va a aplicar al morañés el protocolo de prevención y está previsto que, una vez salga de la enfermería, acabe en una celda con lo que se conoce como presos de confianza, un interno de apoyo que ha sido formado para acompañar a personas con tendencias suicidas.

Después de que el sábado el parricida fuese increpado por muchos de sus vecinos antes de entrar al juzgado de Caldas, la inmobiliaria de esta localidad en la que trabajaba David Oubel, y que es regentada por su hermana, apareció ayer con pintadas en las que se leía la palabra «asesino». También se recibió el aviso de que habían quemado su casa, aunque resultó una falsa alarma.