La oenegé Cruz Roja celebró en la calurosa tarde de ayer una fiesta en el entorno fluvial con juegos tradicionales y modernos para todas las edades
19 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Día caluroso de verano en un entorno fresquito como el paseo del río Gafos. Mejor escenario al aire libre imposible para el encuentro intergeneracional de usuarios de Cruz Roja. Mayores, niños y voluntarios de esta oenegé celebraron ayer una fiesta de lo más divertida y saludable en este entorno fluvial. Los juegos tradicionales de la petanca, la rana, la cuerda, el pañuelo y otros más actuales como el Pasapalabra y el Tabú, pusieron a prueba las buenas condiciones físicas e intelectuales de los abuelos y de los más pequeños. Fue una excelente oportunidad para el aprendizaje e intercambio de conocimientos entre ambas generaciones, en la que se demostró que la experiencia es un grado. Y como el ejercicio siempre abre el apetito, no faltó la degustación de una apetitosa merienda. Tampoco la ambientación musical en la parte final de la fiesta, que fue amenizada por la charanga de Ponteareas Os Alecrín.
Fomentar el contacto
El motivo de este encuentro fue celebrar el inicio del verano y el fin del curso escolar y su objetivo fomentar el contacto entre las distintas generaciones con beneficios múltiples tanto a nivel individual como colectivo: conocer a personas nuevas, sentirse reconocido y valorado y pasar un rato agradable en buena compañía, sin los estereotipos de las diferentes edades y estableciendo nuevos vínculo de proximidad. Las personas que participaron en la fiesta del Gafos son usuarios de los programas de mediación social, apoyo escolar y ayuda a domicilio de Cruz Roja.
Intercambio de libros
Ayer también fue un día de intercambio en el IES Sánchez Cantón, en este caso de libros. La biblioteca del entro celebró el fin de curso con música y teatro. Alumnos y profesores representaron O enfermo imaxinario, de Moliere y el grupo de música Fondo Norte, integrado por estudiantes de instituto casi por completo, ofreció un concierto. Para disfrutar de las actividades los asistentes tuvieron que entregar a la entrada un libro de segunda mano y al acabar el acto pudieron llevarse otro para leer durante las vacaciones. La jornada incluyó también la entrega de varios premios relacionados con la biblioteca.