El Peixe podría asegurarse el «play-off» este mismo sábado

Roi Palmás
R. Palmás PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

Su rival, el Tarragona, es el único que podría impedirlo

25 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

A medida que se acerca el final de liga llega el momento de empezar a echar cuentas y barajar todas las posibilidades que plantea la competición. La zona noble de la tabla en la LEB Plata comienza a disipar algunas de las dudas que tiene todavía vigentes y se adivina ya la parrilla de salida para el play-off, la lucha a muerte que decidirá el futuro de los clubes inmersos para el próximo curso.

El Peixe ya acaricia desde la séptima plaza la gesta, pero le queda un último esfuerzo antes de desgustar el ansiado premio. El choque del próximo sábado en el pabellón de A Raña frente al Club Básquet Tarragona podría ser el definitivo. Si vencen los de Javi Llorente tendrían el beneplácito de las matemáticas para asegurar el éxito de codearse con los mejores de la competición en un año trufado de momentos épicos.

El conjunto azul ha disputado 23 de los 28 encuentros de la fase regular, obteniendo 14 victorias y 9 derrotas. Es decir, están a un solo triunfo más de inscribir su nombre en una de de las nueve primeras posiciones de la competición.

Por contra, en el hipotético caso de que lo marinenses encadenasen su peor racha y perdiesen los cinco encuentros que les restan, haciendo sus rivales directos lo contrario, quedarían empatados en la tabla con el Canarias -contra los que vencieron en la primera vuelta por 67-56, pero perdieron en Las Palmas por 82-62- y superados por un encuentro por el Tarragona.

Es por ello que el partido ante los catalanes de este fin de semana puede ahorrar tensiones y quebraderos de cabeza para los aficionados y para los integrantes del club, que podrían preparar la fase con mucha mayor tranquilidad.

Desde el club hacen un llamamiento a la fiel hinchada de cara a este encuentro con tintes de final anticipada. Los de Llorente no tienen vértigo y buscan un colofón antes de jugar, sin presión, una fase que a buen seguro será histórica.