El delantero granate resolvió con dos genialidades el duelo ante el Laracha, con lo que acumula nueve dianas en los últimos siete encuentros
24 mar 2015 . Actualizado a las 10:32 h.El Pontevedra cuenta en sus filas con un devorador del área. Un futbolista tranquilo pero letal. Pablo Carnero es el delantero centro que desearían todos los rivales de liga y el que sigue marcando diferencias jornada tras jornada. Ante el Laracha volvió a demostrar que no le hace falta más que un palmo de terreno y un hueco para resolver un encuentro que se había atascado.
El primer tanto fue de vaselina, con la izquierda, casi sin mirar, para dejar boquiabierto al municipal de Pasarón. Toque medido y precisión para desnivelar la balanza de un choque que olía a empate. En el segundo, controló el esférico y rompió la cintura de su marcador para alojar el cuero en las mallas, casi sin ángulo al palo largo. Son solo dos acciones, una con la pierna izquierda y otra con la derecha, en apenas dos minutos, que dan idea de lo que supone tenerlo en el once a la hora de encarar una fase de ascenso.
La calidad que tiene el de Vigo no abunda en esta categoría y por eso sobresale todavía más. El ariete granate lleva varias semanas siendo el segundo máximo artillero de la liga y muchos empiezan a echar cálculos de si es posible que llegue a ser el referente en la categoría, aprovechando que Changui parece haber levantado el pie del acelerador en esta particular carrera.
Carnero empata junto a Uxío, del Cerceda, a 16 dianas, aunque el vigués del Pontevedra las ha marcado en 26 encuentros, cuatro menos que el referente en ataque del cuadro coruñés.
El nueve de Luisito, además, está en racha. En los últimos siete encuentros ha marcado en seis de ellos y hasta se ha dado el lujo de anotar dos dobletes. Desde que en la jornada 24 se enfrentaba al Ribadumia en el duelo de artilleros solo ha faltado en su cita con el gol en la derrota de Boiro. Y es que cuando Carnero no marca, el Pontevedra sufre.
Pablo está ahora mismo a un solo gol de distancia de mejorar sus números del año pasado con la elástica granate (17 en liga y uno más en la fase de ascenso). Restan ocho jornadas de liga por delante, a las que hay que añadir las del play-off de ascenso, que al menos serán dos partidos más -en el mejor de los casos, lo que supondría ascender a las primeras de cambio-.
«Quedan ocho finales»
Carnero es comedido a la hora de hacer cábalas en liga. No se mueve del discurso de la prudencia y advierte de que «quedan todavía ocho finales. Todos los partidos serán ante rivales que se juegan mucho. Incluso el del Bertamiráns, que querrá hacerlo bien ante nosotros, como todos».
El delantero no se obsesiona con los récords personales y prefiere pensar en el colectivo: «A todos los delanteros les gustaría acabar siendo pichichis pero lo que importa es que el equipo saque los tres puntos», reconoce uno de los futbolistas más en forma de toda la categoría.
Precisamente sobre el hecho de ir pensando ya en posibles rivales de cara a los cruces de la fase de ascenso, el granate rehúsa hablar del tema asegurando que «queda lejísimos. Aún hay muchos partidos complicados antes. No pensamos en eso. Estamos centrados en el domingo».