El Instituto Geográfico mediará en los lindes de Pontevedra y Poio

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

El organismo estatal tendrá representantes en la comisión convocada sobre el terreno para el 5 de febrero

29 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La comisión que intentará fijar el próximo 5 de febrero dónde se sitúan los límites entre Pontevedra y Poio contará por primera vez con la presencia de representantes del Instituto Geográfico Nacional (IGN), un organismo dependiente del Ministerio de Fomento entre cuyas atribuciones figura establecer los límites territoriales. Su asistencia a la reunión de febrero no es baladí, ya que este organismo es el que tiene la última palabra a la hora de fijar los lindes, por lo que de no haber acuerdo entre ambos municipios, emitirá un dictamen que tendrá que ser acatado por las dos partes.

 

 

«Sobre o terreo»

 

Precisamente, la presencia de representantes del IGN es la que hace que la convocatoria de la comisión intermunicipal lleve la coletilla «sobre o terreo», pese a que la cita será en la casa consistorial de Poio. Al parecer, desde ese punto partirán los asistentes hacia los lugares donde existen diferencias de lindes. Concretamente, el Monte Castrove, la parroquia de Campañó y la línea marcada por el río Lérez y la Xunqueira de Alba.

Esos son los lugares donde existen más dudas sobre la «frontera» entre ambos municipios, y están en juego la titularidad de unas 30 hectáreas de terrenos, incluyendo alrededor de 200 propiedades particulares, principalmente viviendas y terrenos rústicos.

Desde el gobierno local de Pontevedra se aplaudió ayer la confirmación de la presencia del Instituto Geográfico en la comisión, ya que parece que el entendimiento con Poio es muy complicado. De hecho, el último intento por fijar la «raya» que divide a ambos municipios, en marzo del 2013, se cerró sin acuerdo. El acta de aquella reunión se trasladó a la Xunta y esta cursó informe al IGN, que es el que insta la nueva reunión.

El punto más conflicto a la hora de hablar de lindes es el más próximo al casco urbano de la capital provincial. Pontevedra defiende el deslinde de 1938, que establece la división entre ambos municipios siguiendo el trazado del antiguo ferrocarril. Esto deja del lado pontevedrés la ubicación de la vieja cementera tras el centro comercial A Barca, la comandancia de la Guardia Civil, el parque municipal de bomberos y la totalidad de la Xunqueira de Alba.

 

 

Por el río

 

Poio, por su parte, reivindica que se retome el deslinde de 1889 alegando que el del 38 se adoptó en plena Guerra Civil, en una sesión a la que no acudió ningún representante de su municipio.

Este deslinde de 1889 fija la raya por la mitad del río Lérez hasta la desembocadura del Rons, y de ahí sigue hacia el norte siguiendo el cauce de este río, con lo que parte de A Xunqueira quedaría en el lado de Poio.

Un conflicto ajeno a polémicas

 

Los respectivos gobiernos municipales de Pontevedra y Poio, ambos con alcalde nacionalista desde 1999, no han puesto en los últimos años especial énfasis en resolver un conflicto que ambos definen como una «discrepancia administrativa». Esta surgió a raíz de que en los años 80 del siglo pasado Poio reclamase volver al deslinde de 1889. Ambos concellos han defendido desde entonces sus respectivas posturas pero sin hacer un excesivo ruido y en el marco de mantener unas buenas relaciones. Desde un punto de vista político, únicamente el PP de Poio, en la oposición municipal, enarboló en abril del 2013 la bandera reivindicativa al convocar una manifestación para reclamar el deslinde de 1889. Medio centenar de vecinos secundaron la movilización, que discurrió sin incidentes y no ha vuelto a repetirse.