Los anabolizantes: «Un atentado al juego limpio en el deporte»

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

La Guardia Civil maneja informes que inciden sobre «los riesgos no justificables» de las sustancias que empleaba la trama de anabolizantes

30 nov 2014 . Actualizado a las 22:42 h.

Los agentes de la Guardia Civil que llevaron a cabo la operación Fitness, uno de los primeros operativos policiales que se llevan a cabo en España centrado exclusivamente en usuarios de gimnasios potenciales consumidores de anabolizantes y esteroides, sustentaron buena parte de sus pesquisas en informes oficiales elaborados por organismos de la entidad de la Agencia Española de Protección de la Salud en el Deporte. El objetivo no fue otro que articular una base sólida para poder acreditar que se estaba, «sin justificación terapéutica», prescribiendo, proporcionando o facilitando a deportistas -fueran o no federados, participen o no en competiciones- «sustancias o grupos farmacológicos prohibidos (...) destinados a aumentar sus capacidades físicas» poniendo en peligro la vida o la salud de los mismos.

En este marco, según trascendió, el informe de la AEPSAD confirma que las sustancias intervenidas en esta investigación, con marcas comerciales como Testex Prolongatum, Winstrol, Proviron o Spasmobronchal -clembuterol equino- pueden suponer «peligrosos problemas de salud» para los deportistas. Refiere, en este sentido, que emplear tales medicamentos sin seguimiento médico y con dosis distintas a las establecidas expone a estas personas «a riesgos no justificables desde un punto de vista sanitario».

Tras incidir en que se trata de fármacos que solo deben consumirse previa prescripción de un médico y adquirirse con receta, se remarca que los mismos no están previstos para el uso que, supuestamente, le daban los implicados en la operación Fitness. Esto es, que su objetivo no es incrementar el rendimiento físico o la masa muscular de las personas que los ingieren o se los inyectan.

La agencia no solo se detiene a analizar las consecuencias que el uso indiscriminado de estos fármacos puede tener en una persona sana, sino que advierte de que su empleo supone «un atentado al juego limpio en el deporte».

Paralelamente, la Unidad Orgánica de Policía Judicial contó con otros documentos que apuntaban en la misma dirección que la AEPSAD, entre ellos, uno remitido por la propia Consellería de Sanidade. Según fuentes de la Administración autonómica, el mismo aborda desde los posibles efectos secundarios de los productos bajo sospecha hasta los usos que pudieran darle los deportistas al ingerirlos fuera de los cauces sanitarios establecidos.

Este informe, entre otros aspectos, alerta sobre las consecuencias de las altas dosis que, presumiblemente, eran suministradas, la falta de un seguimiento médico de los tratamientos o la ausencia de controles de calidad de aquellos medicamentos que fueron adquiridos por vías no convencionales, ya fuera a través de Internet o directamente en el mercado negro. En este sentido, uno de los aspectos a los que alude el documento es que determinadas sustancias bajo investigación puedan estar siendo comercializadas camufladas como complementos alimenticios, por lo que debe asumirse que son fármacos falsificados y, por tanto, ilegales.