Quila, la centenaria de cabecera del alcalde Lores

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Aquilina Alonso Pérez cumplió ayer 103 años y lo celebró, como cada año desde el 2011, visitando a Lores en su despacho

22 oct 2014 . Actualizado a las 07:48 h.

1La centenaria Aquilina Alonso Pérez, Quila, es una gran admiradora del alcalde, del que no se cansa de elogiar su caballerosidad. Desde que cumplió 100 años, cada 21 de octubre acude al Concello para ser felicitada por la primera autoridad de la ciudad. Ayer volvió por cuarta vez para recibir de manos de Miguel Fernández Lores un ramo de rosas con motivo de su 103 aniversario, además del beso que ella misma le pidió con su gracia y simpatía. Pero en esta ocasión fue sorprendida con un obsequio a mayores, una fotografía enmarcada de la veterana pontevedresa que le fue tomada en la fuente de los niños de la Glorieta de Compostela. «¡Que bonita es y que guapa estoy, pero tenía que estar usted conmigo en la foto!», le dijo a Lores.

Quila reconoce que es un mujer muy coqueta. «Siempre lo fui y lo seré, por eso vengo tan guapa». Y el alcalde, que sabe cuánto le gusta la corrección, la recibió debidamente trajeado y con corbata. «Me parece bien, que haga honor a las personas que él invita; ya dije que es un caballero, educado, amable y generoso». Ella también lo es. «No odio a nadie, por eso tengo buena salud, y además sé perdonar», apostilló. A sus 103 años sigue haciendo vida social, sale todos los días, por la mañana y por la tarde, a tomarse un café en El Cafetín de la Alameda. «Me da vida, me levanta la paletilla y en ocasiones me gusta con un chupito». Animosa como siempre, Quila aseguró, sin embargo, que ya está algo agotada de vivir. «Ya no puedo subir escaleras, pero no se lo digas a nadie». Y aprovechó la coyuntura para pedirle al alcalde que ponga bancos con respaldo en el trayecto que va de su casa, en Echegaray, a la Alameda, porque se cansa cuando sale de paseo. Aquilina tuvo tiempo de hacer un pequeño repaso de su vida antes de irse con Lores a tomar un aperitivo para celebrar su cumpleaños. «Yo le invito y el paga». Nació en Sanxenxo en 1911, donde sigue veraneando, «aunque la alcaldesa de allí no me hace honor ninguno, pero no quiero hablar mal de nadie», concluyó. Ejerció como maestra 29 años en Barcelona, donde se estableció con su marido, Fernando, al que conoció en París cuando disfrutaba de una beca de estudios. No tuvo hijos, pero tiene 42 sobrinos nietos y 8 sobrinos bisnietos. Le encanta el teatro y la música clásica y sigue abonada a las representaciones y conciertos de Afundación.

Cita con Nacho Mirás

2Otra de las grandes citas del día estuvo ayer en Espazo Lector Nobel, donde el periodista de La Voz Nacho Mirás presentó su libro El mejor peor momento de mi vida, publicado por Paidós, en el que relata su lucha contra el cáncer tras sufrir un tumor cerebral. Ya va por la segunda edición. La primera se agotó en una semana. Y como suele ser habitual, a la presentación en Pontevedra acudieron personas que han pasado por su misma experiencia. «Me emociona que me de las gracias gente que estuvo peor que yo o familiares de enfermos que han muerto y no pudieron contarlo. Yo escribí este libro para ayudarme yo y si ayuda a alguien más, pues maravilloso».