Ocho mil comensales anuales tras un acuerdo con una agencia gala

Alfredo López Penide
López Penide POIO / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

Una asociación de hosteleros destaca la visión del propietario de La Nueva Parada de Combarro para buscar una alternativa a su negocio de hostelería

15 oct 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El boca a boca funciona, y no solo para lo negativo. Así lo ha comprobado un hostelero de Combarro, Antonio Couselo Moldes, tras suscribir un acuerdo con una agencia de turismo francesa que le ha garantizado este año «la no despreciable cifra de ocho mil comensales», destacaron desde la Asociación de Microempresas, Autónomos y Profesionales de Galicia (AMAPGA).

El propietario de La Nueva Parada destacó ayer que «fueron ellos los que aparecieron por aquí porque nos recomendó alguien. Les gustó». Esto ha permitido que sea ya una imagen habitual ver a grupos de ciudadanos galos comiendo en el segundo de los restaurantes: «A veces vienen grupos de cien, y otras de 50 o 60. Tienen ya un menú elegido previamente», explica el hostelero de Poio.

Couselo Moldes mantiene acuerdos similares con otras firmas del sector, si bien estas son de capital español y, de hecho, tienen su sede social en territorio nacional. Esta apuesta ha sido vista por AMAPGA como un ejemplo de cómo se debe actuar para garantizar la viabilidad de unos negocios en tiempos de crisis: «Soluciones similares tendrán que buscar otros establecimientos hosteleros de Galicia si quieren seguir siendo negocio, sumando esfuerzos y dando servicios conjuntamente, cuando por separado no fuera posible».

Para Antonio Couselo esta experiencia no podría dejarle mejor sabor de boca. De hecho, no duda en afirmar que «es todo maravilloso. Entran a comer, apenas se les escucha una palabra, son supereducados... Muy buena gente», subrayó, al tiempo que aclara que el idioma no es un obstáculo porque, entre otros motivos, estas excursiones siempre son acompañadas por guías contratados por la empresa de turismo gala y que dominan tanto el castellano como el francés.

En todo caso, la asociación de autónomos considera que alternativas como la puesta en práctica en Combarro deberán ir un paso más adelante en un futuro más inmediato. Así, no dudan en que, paulatinamente, tendrán que actualizarse «incorporando personal con idiomas a su plantilla, para dar un mejor servicio». Están convencidos de que, «con pequeños cambios», buena parte de los establecimientos serían rentables e incluso permitirían generar en Galicia más empleo y, por tanto, riqueza.

El objetivo último es que tanto los clientes nacionales como los extranjeros se sientan como en casa y, lo que es más importante, repitan visita y convenzan a otros para que hagan lo propio.

Administración implicada

A la hora de conseguir esta meta, el sector considera imprescindible la implicación de las distintas administraciones. Ya no se trata solamente de que se vele por las garantías legales o sanitarias de los establecimientos de hostelería, es que se debe garantizar que los servicios públicos de saneamiento, alumbrado o carreteras carezcan de deficiencias, de tal modo que sirvan de apoyo a los establecimientos de hostelería.

En todo caso, los responsables de AMAPGA asumen que muchos empresarios tienen que modificar la perspectiva con la que ven a la competencia: «Deberán aprender a ver en el vecino a un compañero y un colaborador, y no a un enemigo que les saca los clientes».