«Hallamos variedades de maíz que son más resistentes»

manuel blanco PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

RAMON LEIRO

La ingeniera ha liderado desde la Misión Biológica de Galicia una pionera investigación sobre el cultivo de maíz en grano

22 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

-¿Cuál es el origen de la investigación que llevaron a cabo?

-El maíz en grano se destina principalmente al pienso, pero en Galicia se destina también a hacer empanadas y productos de repostería. El maíz seco en Galicia ha perdido peso, pero a nivel mundial es importante. Piensa que [en la Misión Biológica] tenemos una vocación local, pero no solo eso. También realizamos investigaciones que sirvan más allá de Galicia. Por eso investigamos el maíz grano, que a nivel mundial es mucho más importante como producto que el forrajero.

-Entiendo pues que este proyecto nace con vocación de transferencia.

-Por supuesto, queremos que haya transferencia. Informar al sector sobre los riesgos que existen y cuáles son los condicionantes que determinan que haya más o menos. Esa es la vocación, conocer el problema. Antes de empezar esta investigación, tampoco sabíamos si existían micotoxinas o no, cuáles eran las más habituales... Este proyecto nace con una vocación práctica.

-¿En qué consistió la investigación?

-Primero queríamos saber qué hongos teníamos en el grano de maíz y una vez que identificamos el más común, enfocamos todo el trabajo a las fumonisinas, porque ese hongo produce esas toxinas. A partir de ahí, investigamos las características climáticas y de la planta que hacen que la infección se extienda. Y por eso realizamos varios ensayos en la provincia para estudiar eso. ¿Y qué vimos? Primero, que los niveles medios de contaminación no superan nunca los límites legales, pero sí que hay algunas variedades y parcelas que sí podrían tener problemas. Determinamos además las condiciones que hacen que aparezca el hongo, como las altas temperaturas, que haya mucha humedad en el momento del secado del grano... Digamos que determinamos todas esas variables que pueden resultar de utilidad para planificar el cultivo.

-Digamos que crearon una suerte de manual de cultivo.

-Lo intentamos. Investigamos qué prácticas agronómicas pueden ser más favorables para evitar este problema. Y estudiamos también la geografía, dónde hay más riesgo y dónde menos. Por ejemplo, vimos que en la costa había más porque las temperaturas son más altas y a ello se sumaban altas precipitaciones.

-También realizaron un trabajo de selección genética. ¿Localizaron alguna más resistente?

-Sí. Ensayamos líneas puras y variedades locales. En los dos conjuntos, encontramos algunas que eran más resistentes a los hongos y que destacaban claramente. Por eso vamos a empezar un programa de mejora genética para hacerlas todavía más resistentes. La idea es tener esas variedades preparadas para que el agricultor sepa que con ellas va a minimizar el riesgo de las micotoxinas.

-¿Planean trasladar toda esta información a los agricultores?

-En breve voy a publicar un artículo en la revista Agricultura, que está enfocada al sector, a agricultores, ganaderos, empresas agropecuarias...

-¿Cómo acaba un instituto canadiense como el Oilseed Research Centre colaborando con ustedes?

-Todo surgió porque nosotros para formarnos hacemos estancias posdoctorales fuera. Uno de nuestros compañeros, Rogelio Santiago, estuvo en este centro en una estancia de dos años. Allí trabajó con una mejoradora de maíz cuya línea de investigación es precisamente esta, la resistencia de las micotoxinas en el maíz. Entonces, la colaboración era obvia. Ahora por ejemplo, también estamos trabajando con otro grupo de la Universidad de Carolina del Norte.

-En la presentación de su trabajo explicaban que el «Fusarium verticillioides» puede generar una alerta alimentaria. ¿Se ha detectado algún caso?

-No. No se debe ser alarmista. Simplemente hay que realizar un seguimiento, al igual que el de cualquier contaminante que pueda venir en productos agrícolas, desde pesticidas, herbicidas... Alerta en España no ha habido ninguna por la contaminación excesiva por estas toxinas. Los promedios en Galicia están muy por debajo de los límites legales.

ana butrón investigadora del csic