La Guardia Civil del Mar recupera las patrullas de 24 horas

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El servicio marítimo supera unos meses convulsos en los que cerca del 80 % de la plantilla estuvo de baja médica

19 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

«Todas las aguas volvieron a su cauce. La situación ya se ha normalizado». Fuentes del instituto armado pontevedrés confirmaron ayer que la situación en el seno de la Guardia Civil del Mar se ha normalizado tras haber superado un comienzo de año en el que cerca del 80 % de la plantilla llegó a estar de baja médica de forma simultánea.

De este modo, en las últimas semanas, paulatinamente se han ido incorporando al servicio activo estos agentes. En la actualidad, las fuentes consultadas apuntaron que son dos o tres guardias, de una plantilla de 45, los que no están operativos. Entre estos se encuentra el agente que el pasado martes, coincidiendo con las celebraciones del día del Carmen, sufrió una caída al pasar de una embarcación a otra rompiéndose el ligamento.

En cuanto a la problemática en el seno de esta unidad, explicaron que esta tuvo su origen en unos cambios introducidos por un mando de la Comandancia de Pontevedra. Entre otra cuestiones, se estableció la realización de turnos de ocho horas en lugar de los de doce y veinticuatro que se venían haciendo y que, de hecho, ahora se han vuelto a recuperar. Esta modificación derivó, presumiblemente, en una serie de «trastornos psicológicos motivados por el estrés y la falta de descanso», apuntaron en su día.

Paralelamente, al mismo tiempo que se establecían estos nuevos horarios, se ordenó incrementar las patrullas por tierra. Los integrantes del servicio marítimo, al mismo tiempo que observaban como sus embarcaciones permanecían días e, incluso, semanas amarradas en su base de la Escuela Naval de Marín, vieron como se les ordenaba incrementar las inspecciones en entornos portuarios y lonjas.

Lo cierto es que esta decisión no solo generó malestar entre los agentes, sino también en distintos ámbitos profesionales vinculados con la pesca y el transporte marítimo. En este sentido, desde distintos sectores trasladaron sus críticas por el hecho de que, a las habituales inspecciones de los integrantes del servicio fiscal de la Guardia Civil o del Seprona, o de los funcionarios de distintas administraciones autonómicas, caso de Consellería do Mar, se añadieron las que empezaron a llevar a cabo los guardias adscritos al Servicio Marítimo

La falta de personal hizo que se llegase a poner su vista en A Coruña para disponer de unidades que se desplazaran a la Festa da Arribada, en Baiona, o que la primera embarcación que acudió a la zona del siniestro del pesquero Mar de Marín lo hiciese unas seis horas después de haberse producido el accidente.

En mayo, y a raíz de una interpelación parlamentaria de los socialistas, el Gobierno asumió que se había vivido una situación que calificó de «anómala», pero que, sin embargo, no había tenido consecuencias de gravedad: «La capacidad operativa en el mar no se ha visto seriamente afectada».

Por aquel entonces, la Administración central precisó que la polémica «parece estar solucionándose». Y así ha sido.