La tolerancia del doctor Filgueira para con los suyos es tal, pese a que están apedreando el recuerdo de su padre, que aún es capaz de ensalzar el papel de agitador de conciencia nacional del BNG en la sociedad gallega. Y de puntillas, admite que desearía un consenso que ahogara estas feas controversias.
Un esfuerzo que otros, por ejemplo, como Antón Louro, en nombre del PSOE, ha puesto en practica ponderando la elección de Filgueira como «reconocimiento a su dimensión intelectual y cultural» que es de lo que se trata. La política debería quedar fuera.