Paxariñas pasará el verano vallada

Marcos Gago Otero
marcos gago SANXENXO / LA VOZ

PONTEVEDRA

Las grietas en el acantilado que rodea Paxariñas obligaron a precintar el acceso a un tercio de la playa en marea baja.
Las grietas en el acantilado que rodea Paxariñas obligaron a precintar el acceso a un tercio de la playa en marea baja. ramón leiro< / span>

Sanxenxo confía en que las obras se realicen después de la época estival

25 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Los bañistas convivirán este verano con las vallas y el precinto de Costas en un tercio de la playa de Paxariñas, en Sanxenxo. Al menos, esta es la expectativa del Concello que no es partidario de que se toque antes de finalizar septiembre el entorno de esta playa de bandera azul. Por lo tanto, salvo decisión de última hora de Costas, organismo responsable de las obras de apuntalamiento del acantilado, la playa seguirá abierta para los usuarios, pero a medio gas.

Paxariñas, uno de los arenales más famosos de Sanxenxo, se enfrenta a un problema grave por la inestabilidad de la pared rocosa que bordea gran parte de esta playa. Este problema es una de las consecuencias de la intensidad y persistencia de los temporales del pasado invierno, que tantos destrozos causaron en el litoral de este municipio. La mayor parte de las incidencias ya han sido reparadas por Costas o por el Ayuntamiento, pero Paxariñas requiere una intervención de tal calibre que no puede hacerse de la noche a la mañana.

De hecho, desde la pasada primavera las grietas que aparecieron a lo largo del acantilado obligaron al Concello a rodear una zona con precinto de la Policía Local. Pero el oleaje hacía inútil esta escasa medida de protección y el peligro de derrumbe es demasiado alto. A petición de la concejalía de Medio Ambiente, dirigida por el independiente José Luis Rodríguez, Costas envió sus técnicos a la playa y estos constataron los riesgos para los bañistas.

Finalmente, al organismo estatal no le quedó más remedio que encargar un proyecto técnico que sirva para actuar en el acantilado. Para evitar que los bañistas y vecinos se introduzcan dentro del perímetro vedado, Costas se vio obligada a reforzar el sistema de precinto de la playa con un sistema mucho más complejo de postes, vallas y bases de cemento.

El resultado es una mejora sustancial en la seguridad, al alejar a los bañistas del entorno en riesgo de desplome, pero también priva a la playa de un tercio de su superficie.

El concejal de Medio Ambiente explicó que, en principio, Paxariñas no se tocará durante los meses de la temporada turística. Si los trabajos comenzasen ahora no se perdería el disfrute de un tercio del arenal, sino su totalidad, porque se requerirá el tránsito de grúas, tractores y obreros. «Paxariñas deberá estar lista para la Semana Santa del año que viene y mientras tanto este verano aguantar vallada», aclaró Rodríguez. «Es verdad que tiene un porcentaje reducido pero si hubiese obras no se podría usar», concluyó.