Danza clásica en el vestíbulo, camino del escenario

PONTEVEDRA

CAPOTILLO

El Russian Ballet ofreció un fragmento anticipado de «La bella durmiente» que representa el jueves en el Centro Social de NCG

27 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

1Natalia Kungurtseva y Timur Kinziken, bailarines solistas del Russian Classical Ballet, irrumpieron ayer en vestíbulo del Centro Social de Novacaixagalicia con sus tutús y sus mallas de gala para ofrecer un fragmento de La bella durmiente. Fue un anticipo de la representación de esta pieza clásica de Tchaikovski que el jueves, a las 20.30 horas, ofrecerán en Pontevedra junto a otros treinta bailarines consagrados y nuevos graduados de las mejores academias rusas, como la del Bolshoi y Vaganova, y otras escuelas de danza de gran prestigio internacional. Les acompañaba Hassan Usmanov, el director de la compañía, que para abordar esta clásica obra cuidó hasta el más mínimo detalle de su producción, incluyendo la dura selección del cuerpo de baile. «El espectáculo toca el alma y transmite al público la emoción de la danza», afirmó.

Para todos los públicos

Usmanov explicó que La bella durmiente es un referente para los amantes de la danza clásica y, a diferencia de El lago de los cisnes y El cascanueces, las tres grandes partituras de Tchaikovski, este es un ballet para toda la familia, del que pueden disfrutar niños y mayores, sumergiéndose en un mundo de sueños y de fantasías. Ese es uno de sus alicientes, conseguir que los niños se acerquen al teatro y se inicien en el mundo de la danza clásica. El Russian Classical Ballet fue fundado en Moscú en el 2004 por el propio Hassan Usmanov, director artístico y balarín principal de la compañía. Este artista comenzó su carrera como bailarín en el Ballet Clásico de Moscú bajo la dirección de Natalia Kasatkina y Vladimir Vasiliev. Actuó, como solista invitado, con el Ballet de la Imperial, con The Russian National Ballet Theatre y con otras compañías de Estados Unidos, Japón y Europa. Dicen de él que tiene una técnica brillante, como demuestran diferentes premios que ha conseguido en los concursos internacionales de ballet de Moscú, París, Luxemburgo, San Petersburgo o Budapest.

Una obra con historia

La bella durmiente, de Tchaikovski, es la historia de la princesa Aurora, condenada a morir por la malvada hada Carabosse. Viendo la gravedad del hechizo, el hada de las Lilas suavizó la maldición evitando que la princesa muriera, pero haciéndola quedar sumida en un profundo sueño hasta que fuera despertada por un beso de amor, el de un príncipe joven y galante que aparece para cumplir el destino de hacer desaparecer el encantamiento. Es un ballet en un prólogo y tres actos. Con la coreografía de Marius Petipa, libreto de Ivan A. Vsevolojsky y del mismo Petipa, y con música de Piotr I. Tchaikovski, se estrenó en el Teatro Mariinski de San Petersburgo el 3 de enero de 1890. Vsevolojski, director general de los Teatros Imperiales, eligió la historia del cuento de Charles Perrault y encargó la partitura a Tchaikovski, pidiéndole una serie de melodías al estilo de Lully, Bach y Rameau y un grupo de personajes tomados de otros cuentos del mismo autor.