La Feira do Libro cerró con un incremento de visitantes

Elena Larriba García
E. Larriba PONTEVEDRA/ LA VOZ

PONTEVEDRA

Más de veinte escritores pasaron por las casetas para firmar ejemplares durante los seis días del evento

12 may 2014 . Actualizado a las 15:50 h.

La Feira do Libro de Pontevedra cerró ayer sus puertas en la praza da Ferrería con un balance positivo en cuanto a número de visitantes, que se incrementó con respecto a la edición del pasado año, si bien la Federación de Libreros de Galicia no facilitó datos oficiales respecto al número de volúmenes vendidos.

A lo largo de los seis días que duró el evento se realizaron ocho presentaciones de novedades editoriales, veinte escritores pasaron por las casetas para formar ejemplares de sus obras y se celebraron cuarenta actividades complementarias. Pedro Feijoo, Helena gallego, Pemón Bouzas, Manel Loureiro, Ramón Caride, Fina Casalderrey, Luis Dávila, Anxos Sumai, María Raimóndez, Xabier P. Docampo o Kiko da Silva, fueron algunos de los autores que mantuvieron encuentros con sus lectores en esta feira.

Este año se potenciaron las actividades de temática muy diversa relacionadas con el mundo de la literatura y destinadas a todas las edades, infantiles, juveniles y para todos los públicos.

Los organizadores también destacaron la diversidad que ofrecieron los libreros participantes, entre los que se encontraban especialistas en libro infantil, cómic, clásicos, últimas novedades, grandes obras editoriales y un amplio abanico de oferta.

Un año más la Feira do Libro de Pontevedra fue el gran referente sociocultural durante toda la semana. Seis de las once casetas que albergó fueron de librerías pontevedresas (Cronopios, Paz, Clip, D-Lectum, Cao y Seijas), y si no hubo más, como señaló en su momento la presidenta de la presidenta de la federación, Pilar Rodríguez Álvarez, fue a causa de problemas de infraestructura derivados de la crisis, «que impiden que moita xente que lle gustaría estar non poida, porque hai que atender a librería física e isto require un esforzo que non se pode facer». El resto de los stands se los repartieron otras librerías gallegas, así como la Gran Enciclopedia Galega, la Diputación y la Biblioteca Pública de Pontevedra.