La Diputación estudia cobrar una entrada simbólica a partir del 2015
27 ene 2014 . Actualizado a las 19:58 h.La cultura tiene un coste y, en el caso del Museo de Pontevedra, este asciende a 3.000 euros diarios. Esta es la cantidad que cuesta, según apuntó hace unos días el presidente de la Diputación, Rafael Louzán, abrir los seis edificios de la entidad cada jornada.
Los gastos más cuantiosos son los generados por electricidad y el sistema de climatización que requieren las obras que están en la colección permanente del Museo -cuya superficie solo en el Sexto Edificio supera los 10.000 metros cuadrados- para su perfecta conservación. Pero a esta cifra dada por Louzán también hay que añadir a lo largo del año el coste de las distintas actividades programadas por el Museo, como exposiciones temporales o los talleres para niños y adultos, así como su programación de conciertos.
En los últimos años, los responsables del organismo provincial se han planteado en diversas ocasiones la posibilidad de cobrar una entrada simbólica no solo para ayudar a sufragar el alto precio que supone abrir el Museo, sino también para poner en su justo valor sus contenidos, que el pasado 2013 fueron visitados por nada menos que 154.700 personas. Incluso se habló de que la medida podría empezar a aplicarse este año. Finalmente, la toma de una decisión se ha pospuesto hasta que finalice la reforma de los edificios más antiguos en los que nació la entidad en 1927 y abrió en 1929.
La diputada provincial Ana Isabel Vázquez confía en que esta rehabilitación que se precisa en los edificios Castro Monteagudo, García Flórez y Fernández López, así como la restauración de las Ruinas de Santo Domingo, «puedan acometerse a lo largo de este año» y para ello ya hay una partida consignada en los presupuestos de dos millones en el caso de los primeros y 200.000 euros para las Ruinas.
«Estamos viendo por cuál de los edificios empezamos -agregó la diputada- y aunque la tramitación de estas reformas es compleja, esperamos que no se alargue demasiado y podamos llevar a cabo todas esas obras a lo largo de este año».
Ana Isabel Vázquez matiza que, en caso de que finalmente se acuerde esta opción, «siempre sería una entrada simbólica porque lo que no queremos es que esto sea un impedimento para que la gente entre al Museo». Añade que hay que tener en cuenta que la entidad «no es un edificio ni dos, sino seis, y cuando esté todo el conjunto plenamente abierto, es cuando lo decidiremos».