En cuestión de meses habrá de aclararse la parrilla de alcaldables en la ciudad. La elección de candidatos será una de las noticias que marcarán la agenda del año recién iniciado
08 ene 2014 . Actualizado a las 13:40 h.El PP pontevedrés arrastra un problema de gestión de su papel como alternativa en Pontevedra, hablando de elecciones municipales. Y es que Lores es como Vettel a la actual Fórmula Uno.
Aunque cueste asimilar al Bloque con el equipo Red Bull, el alcalde marca la diferencia. Tendrá la pole position. Partirá otra vez como favorito; por tanto, como el candidato a batir.
Pese a los cuatro mandatos consecutivos, y que habrá cumplido dieciséis años como alcalde cuando afronte la próxima campaña electoral con el inevitable desgaste, no se perciben en Miguel Anxo Fernández Lores síntomas de agotamiento.
No piensa en una retirada; no se le ve con ganas de volver a ponerse la bata blanca para consultar en el ambulatorio. Más bien aspira a gobernar una quinta y última legislatura con la que prácticamente desembocará en la jubilación, pues en el 2019 cumplirá 65 años.
En su escudería, el debate sobre quién habrá de relevarle cuando toque, sigue necesariamente aplazado. Es más, cuando se vaya Lores, probablemente se marcharán con él Mosquera y algunos otros de los ediles que le habrán acompañado durante dos décadas.
Lores y el BNG son la excepción, porque la tónica general entre sus rivales aún depara dudas y conjeturas. Aunque con diferente graduación.
Jacobo Moreira ha superado las Q1 y Q2, pero todavía le resta la confirmación final de sus patrones para sentarse al volante del bólido en la escudería del PP. Necesita pasar la Q3. En su caso, necesita el espaldarazo formal y oficial de su partido, que ha venido demorando el congreso local que deberá de ratificarle como candidato.
La situación para Moreira es actualmente mucho mejor que hace un año. Después de la victoria judicial en el asunto de las dedicaciones, se percibe que está más fuerte y confiado. Y en el PP, sus superiores ya le ven y reconocen como una alternativa más sólida para ser el rival principal de Lores.
El reto de crecer
El PSOE partirá como tercero en discordia. El reto para la nueva dirección local que patronea Tino Fernández radica en no perder más presencia en una próxima corporación local. Por seguir con el símil de la F1, son algo así como la escudería McLaren. Desde las autonómicas del 2009, sus resultados son cada vez peores.
Hay serias dudas de que vuelva a encargarse a Louro que encabece la lista y después de que Meijón se haya retirado voluntariamente de la escena, probablemente le toque al propio Tino ponerse al volante.
Y queda por ver qué hace y a quién pone AGE, que son la novedad en este circo. La coalición de Anova y EU constituye una incógnita. Si logran resolver sus propios problemas internos de estrategia y convivencia, deberemos estar atentos a qué papel pueden jugar en Pontevedra, donde diversos estudios demoscópicos les atribuyen una posible entrada en la futura corporación a costa de restar al PSOE y también al BNG.